El círculo

Crítica de Mariana Zabaleta - Subjetiva

El círculo, de James Ponsoldt
Por Mariana Zabaleta

Otra película de aplicaciones. Cuando pensábamos que la pesadilla había terminado, estableciéndose como tópico bajo el signo del terror, da su ultimo (y seguramente no definitivo) batacazo.

A pesar de un cast de primera figuras, Emma Watson con un año de consagración con La Bella y la Bestia, y Tom Hanks interpretando un papel que parece disfrutar, la película no alcanza a “estallar” en ningún momento. El des-ocultamiento de una opacidad, donde se predicaba transparencia, parece ser el único tópico fuerte de la reflexión nodal sobre las redes sociales.

Lejos de los grandes hitos de la literatura, y el cine, que le dan previsibilidad a los motivos de la distopia, esta propuesta no termina presentando ninguna reflexión ni novedad sobre los mismos. Recluidos en un relato que pretende reflexionar de temas macro desde una mirada plenamente subjetivista la “desconexión” es inminente. Ni siquiera el personaje de Mae Holland (Emma Watson) genera una empatía perdurable a lo largo de la película. Con sus problemas, llamativamente contemporáneos, de estar desempleada sin poder canalizar su gran potencial en la tierra de las grandes oportunidades.

El fracaso del mercado laboral, idea solapada que tiñe de gris el futuro de las nuevas generaciones, se desvía en la propuesta de las SeeChange, mini cámaras que capturan todo, en todo momento. Si apenas sospechamos que habrá algún momento de acción, radical disposición del cuerpo o la mente a cambiar de perspectiva, nos veremos decepcionados. Ninguna voluntad siquiera se atreve a poner el dedo en la llaga.

EL CÍRCULO
The Circle. Estados Unidos/Emiratos Árabes, 2017.
Dirección: James Ponsoldt. Guión: James Ponsoldt y Dave Eggers. Elenco: Emma Watson, Tom Hanks, Ellar Coltrane, Glenne Headly, Bill Paxton, Karen Gillan, Patton Oswalt, John Boyega, Mamoudou Athie, Eve Gordon. Producción: James Ponsoldt, Gary Goetzman y Anthony Bregman. Distribuidora: Digicine. Duración: 110 minutos.