Construir la Historia
El documental de José Pedro Charlo y Aldo Garay se puede apreciar principalmente por su carácter testimonial, pero es a su vez un interesante film sobre la memoria. No casualmente los directores muestran que el médico Henry Engler, protagonista del film, ex rehén de la dictadura uruguaya, dedica actualmente su vida a la investigación sobre el Mal de Alzheimer. La mente tiene en El círculo un lugar altamente simbólico que determina una lectura para el film.
Los directores deciden otorgarle la voz principal del documental a Henry Engler, dirigente tupamaro y ex rehén de la dictadura militar uruguaya, quien estuvo preso trece años padeciendo aislamiento y torturas de toda clase. Es a partir de él, de sus espacios, que se articulan las secuencias del film: su llegada a Uruguay desde Suecia, donde reside actualmente; su reencuentro con lugares y con viejos conocidos, ex compañeros de militancia; sus recorridos por los cuarteles en los que estuvo detenido; y, por último, su testimonio a cámara sobre su lucha por mantener la cordura cuando comienza a sentir los primeros síntomas de locura tras ser torturado y encerrado en condiciones infrahumanas.
Las voces se van diversificando a lo largo del documental, pues son varios los ex rehenes que aparecen recordando aquellos años de terror y tortura. Incluso hay una breve visita al actual Presidente uruguayo José Mujica, ex compañero de militancia de Engler, quien también estuvo más de diez años como rehén de los dictadores.
El choque del pasado y el presente se produce constantemente, pero a pesar de lo traumático de las vivencias, es el propio Engler el que pareciera querer revivir los hechos. Los relatos generan la idea de que un pasado como el vivido por estas personas nunca es totalmente pasado. Y allí está el testimonio del médico en el que cuenta de qué forma trataba de manejar su mente para evitar enloquecer por completo: lecturas, ejercicios de concentración e incluso dibujos que hoy testimonian las alucinaciones que padecía en la época.
El círculo es un film que privilegia las voces, los relatos, los gestos. Porque es allí adónde pretende llegar: a una historia, o tal vez, a la Historia. Porque es innegable que en el film resuenan hechos de toda Latinoamérica e historias de vida que se repiten en varios países de la región. Historias que permiten seguir construyendo la Historia.