Valiosa exposición de la mente humana
Hace diez años, un equipo del Centro de Tomografía de Emisión de Positrones de la Universidad de Uppsala, Suecia, encabezado por el doctor Henry Engler, logró registrar las placas de amiloide que evidencian cómo trabaja el Alzheimer en el cerebro humano. Los primeros resultados fueron expuestos ese mismo año, difundidos por la prensa científica mundial, y recompensados con altos premios. Incluso se habló de una nominación al Nobel de medicina. Especialista en medicina nuclear, Engler fue durante largo tiempo director médico del referido Centro, hoy es médico de consulta en el Hospital Universitario de Uppsala, y director académico de un proyecto para instalar algo similar en el Uruguay. Engler es uruguayo, nativo de Paysandú.
Hay algo más. Hace cuarenta años, Engler encabezaba otra clase de equipo. Era uno de los principales comandantes militares del grupo Tupamaros. Hasta que lo detuvieron y encerraron, no como preso, sino como uno de los diez rehenes que el ejército paseó «en negro» por diversas unidades militares en condiciones espeluznantes. Lo que ocurrió en esa época es notable, y también ejemplar: una larga lucha dentro de sí mismo para evitar las crecientes alucinaciones y mantener la cordura. Eso explica aquí, mientras recorre los lugares de su juventud, entre ellos el cuartel de Durazno donde un psiquiatra militar ordenó que lo pusieran a descansar un rato cada día frente a un pozo de agua, para no perderlo del todo.
También otros rehenes famosos explican los métodos de autocontrol que fueron desarrollando para sobrevivir, entre ellos el hoy presidente uruguayo José Mugica, que dice, de paso, algo muy interesante sobre la resistencia de los militantes de los 70: «Hay que quitarle la poesía, la heroicidad a todo eso».
Interesante, también, el trato piadoso brindado por algunos militares a espaldas de sus superiores. Entre esas almas limpias, Eduardo Solari, hoy jefe de bomberos en Ushuaia. Solari en el lejano sur, Engler allá en el norte, cada uno a su manera hoy ayuda a la humanidad, y los dos se encuentran y se abrazan bajo el sol de un pueblito oriental.
Autores de esta valiosa exposición sobre la mente humana, José Pedro Charlo, que acaba de presentar en el DocBsAs un trabajo sobre otro preso que durante años logró ejercitar su memoria cotidiana contra todo pronóstico, y Aldo Garay. Vale la pena.