Black Swan, es de esas películas que en realidad no sabes qué encontrarás en la sala de cine al ver el trailer, pero sabes que tienes que verla. Es seductora y excitante desde la primera escena, logrando capturar al espectador haciendo que éste sea parte de la película, cosa que es de agradecerse en este tiempo en que pocos directores cuidan ése tipo de elementos de la puesta en escena.
¿Qué de qué trata? Nina Sayers (Natalie Portman) es bailarina de ballet y la compañía de la que forma parte pondrá en escena El lago de los cisnes con la novedad de que la misma bailarina interpretará el cisne blanco y al negro. Por lo tanto el film se convierte en el proceso por el que pasa Nina para convertirse en este último.
No sólo nos topamos con una dirección asombrosa y una narrativa espectacular, sino con una actuación impresionante, somos testigos y cómplices de la evolución del personaje principal y en algún momento nos convertimos en parte de él. El baile, la música y la búsqueda de la perfección comienzan a hacerse uno solo y no nos resta más que seguir minuto a minuto el film.
Darren Aronofsky presenta un thriller psicológico perfectamente pensado que en momentos no sabes si cerrar los ojos o continuar viendo, te sumerge en un viaje que va más allá de los sentidos y logra tocar las más profundas fibras humanas, aquellas donde el placer y la excitación dejan atrás las enseñanzas morales o socialmente aceptadas… simplemente vemos al humano como tal.
Hemos visto muchas películas sobre bailarines, ya sea ballet o algún otro género. Pienso que lo que hace diferente a Black Swan es el tratado que se le da a cada personaje, no sólo Natalie Portman también Barbara Hershey, Vincent Cassel, Mila Kunis y claro Winona Ryder. Vemos una historia con un buen timing y visualmente muy bien narrada, de hecho nos encontramos con pocos diálogos, en realidad la imagen y la música son los que te cuentan la historia.
Sobre el asunto de la tan rumorada nominación para los Premios de la Academia para Portman en realidad no importa ella simplemente no deja de sorprender con cada decisión que toma, esta vez muy acertada.