Una familia fuera de foco
Con recursos técnicos como el "fuera de foco" para mostrar a una familia monstruosa, y temas conocidos de la época usados como fondo en las escenas de violencia, la película de Trapero es un thriller que alterna el antes, el durante y el después de un caso que tuvo amplia repercusión pública.
Comprendida entre 1982 y 1985, la nueva película del director Pablo Trapero, El Clan, cuenta la historia real de la familia Puccio, que involucró a Arquímedes Puccio y a su hijo Alejandro como los principales cabecillas de una organización familiar vinculada al secuestro extorsivo y el asesinato. En segundo plano, pero no con menos complicidad por optar por el silencio, están su esposa Epifanía Ángeles Calvo -en la ficción encarnada por Lili Popovich-, esposa de Arquímedes y madre de los otros cuatro hijos: Guillermo, Maguila, Silvia y Adriana.
El Clan es una historia de terror en la que el silencio encamina a los personajes hacia un laberinto de violencia, saña y muerte. Una casa como cualquiera, unos vecinos tranquilos de clase media alta y un sótano que escondìa a sus víctimas luego de ejecutar un plan pensado y orquestado para no dejar detalles librados al azar. Las víctimas fueron Ricardo Manoukian, Eduardo Aulet, Emilio Naum y Nélida Bollini de Prado, quien fuera la única rescatada con vida por la policía.
Con recursos técnicos como el "fuera de foco" para mostrar a una familia atípica y monstruosa, y temas conocidos de la época usados como fondo en las escenas de violencia, la película de Trapero es un sólido thriller que alterna su línea narrativa entre el antes, el durante y el después de un caso que tuvo amplia repercusión pública.
Trapero va armando un rompecabezas que une a Puccio con militares y bandas que operaban en ese momento, y que le daban la impunidad necesaria para su accionar delictivo, entre el pedido de rescate a los familiares y la ejecución rápida. El film pone el acento en la relación entre el padre, Arquímedes -Guillermo Francella- y su hijo Alejandro -Peter Lanzani en un auspicioso debut en el cine-, un rugbier del club Los Pumas que aparentemente lleva la vida normal de un chico de su edad, pero arrastra impotencia y culpa por su actividad.
Francella continúa con el cambio actoral que viene mostrando en sus últimos trabajos, componiendo con convicción y presencia amenazante a un hombre frío, esquivo, un lobo disfrazado de cordero que no parpadea y no duda a la hora de tomar decisiones. Su labor es uno de los pilares de la propuesta que también encuentra buenos trabajos del elenco más joven: Franco Masini como Guillermo, Giselle Motta como Silvia y Antonia Bengoechea como Adriana, además de la novia de Alejandro interpretada por Stefanìa Koessl.
La ambición, el despertar sexual, las cenas, el negocio de wind surf y la presencia de un televisor como elemento de unión familiar sirven como la antesala para un final abrupto y contundente. En tanto, lo cotidiano se transforma en una realidad pesadillesca.