A fines de los años ´80 en Inglaterra causó mucha conmoción la historia de Fred West, un asesino serial que en complicidad con su esposa llegó a torturar y asesinar cerca de 12 mujeres jóvenes.
Los hechos ocurrieron en un barrio residencial de Gloucester donde los West eran vistos por el resto de los vecinos como una familia normal y corriente de clase media. Ninguna persona que vivió cerca de estos delincuentes jamás llegó a imaginar los hechos terribles que sucedieron en la casa del matrimonio.
Argentina no es una país con un gran historial de asesinos seriales, pero los homicidos del clan Puccio representan una de las crónicas policiales más escolofriantes que surgieron en las últimas décadas y tiene varios puntos en común con los casos de otros célebres psicópatas internacionales.
Al igual que los West en Inglaterra, los Puccio operaron con total impunidad durante unos cuantos años sin despertar las mínimas sospechas de los vecinos de San Isidro.
La particularidad de esta historia es que se trató de una familia que se dedicaba a secuestrar y asesinar a personas allegadas a su círculo social. El lugar donde tenían cautivas a las víctimas se encontraba en el centro urbano del barrio y uno de sus integrantes era una estrella juvenil de rugby que se destacaba en Los Pumas.
En su nueva película, el director Pablo Trapero presenta una excelente reconstruccióm de este caso que sobresale por el trabajo de sus dos protagonistas y el realismo con el que se trabajaron los hechos.
El film narra la historia tal cual sucedió sin agregarle situaciones ficticias con el fin de aportarle un mayor dramatismo al argumento.
Me interesa destacar esto ya que no es algo común de encontrar en el cine, donde las películas sobre estos temas por lo general suelen tomarse numerosas libertades para hacer más atractiva la propuesta.
Trapero utiliza en su narración material de archivo con discursos del entonces presidente Raúl Alfonsín que juegan un papel clave a la hora de darle un contexto histórico a la trama del film.
Para el espectador que no conocía en detalle el caso Puccio, este elemento es fundamental para entender el escenario político y social que se vivía en el país a mediados de los años ´80.
Guillermo Francella hace rato que viene ofreciendo muy buenos trabajos en roles dramáticos, pero acá brinda una de las interpretaciones más impactantes de su carrera.
El actor se metió de lleno en la piel del líder de la banda de secuestradores, Arquímedes Puccio, y a lo largo del film tiene varios momentos brillantes donde lo podemos ver en algunas situaciones perturbadoras.
Creo que la mayor virtud de su trabajo pasa por el hecho que el espectador al ver su trabajo llega a olvidarse que es Francella.
Algo similar ocurre con Peter Lanzani, la gran revelación de esta película.
Un actor que la gran mayoría de los espectadores lo reconocemos por sus labores en series juveniles y acá demuestra que es un artista que está para mucho más que protagonizar programas televisivos de Cris Morena.
Su interpretación del rugbier Alejandro Puccio es impecable y la dupla que formó con Francella es el corazón de esta película. La relación enfermiza que tienen estos dos personajes entre sí siempre fue uno de los elementos más fascinantes de esta historia que Trapero trabajó muy bien en el guión.
A través del genero del thriller, El clan reconstruye el caso Puccio con un film intenso y atrapante que sobresale además por la reconstrucción realista que presenta de los años ´80 y una gran banda de sonido.
Presten atención al uso que hace el director del tema de Creedence, "Tombstone Shadow", en una escena fantástica.
Disfruté mucho de este film y creo que se destaca entre los grandes estrenos del cine nacional que merece su recomendación.