Cuando la familia es lo primero
He aquí donde comienza la magia del cine, donde un Guillermo Francella irreconocible, tanto en lo físico: con el pelo totalmente blanco, sin barba facial y con una prominente panza, como desde lo psicológico, sangre fría, calculador, manipulador, se pone en los zapatos de Arquímedes Puccio. Francella da su primer gran papel siniestro en la pantalla grande, y vaya que lo consigue. La otra sorpresa del film viene de la mano de Peter Lanzani, quien en su debut en el séptimo arte con el rol de Alejandro Puccio, es el personaje encargado de darle la perspectiva necesaria al espectador acerca de los hechos en los cuales es cómplice de su padre, pero es también él quien durante el film tiene la responsabilidad de transmitir el viaje emocional que atraviesa. Es la mirada de Alejandro la que más está en juego. Además de un elenco solidísimo que integra a la familia Puccio con Lili Popovich, en el rol de Epifanía, esposa de Arquímedes; Giselle Motta como Silvia Puccio(hija) , Gastón Cocchiarale como el hermano mayor de Alejandro, Maguila; Antonia Bengoechea como Adriana Puccio (hija) y Franco Masini como Guillermo Puccio, el menor de los hermanos.
Pablo Trapero logra una gran mixtura entre lo oscuro de las escenas y su musicalización animada a cargo de, por ejemplo, Virus y David Lee Roth (Just A Gigolo). También mezcla, de manera correcta la coexistencia de dos dimensiones completamenteEl clan 3 diferentes, la escena familiar, con el pollo al horno con arroz que sale del horno y la madre llamando a sentarse a la mesa, mientras Arquímedes se va con una porción de ese pollo camino al baño familiar, en el que una de sus víctimas encadenada y con la cabeza tapada, espera su libertad una vez concretada la transacción.
Si bien el film consigue plasmar grandes momentos de cotidianidad y rutina, fieles al estilo Trapero, la forma en que las escenas están hilvanadas reflejan cierta falta de encadenado entre ellas. Por separado, las secuencias son sólidas y se nota lo bien pensadas que están, pero en forma conjunta, integral, el ritmo utilizado termina por desinflar al largometraje y tal vez un paising más clásico hubiese sumado más a la causa.
En líneas generales, El Clan es la película argentina del año por varias razones: es material nuevo de Pablo Trapero (Elefante Blanco 2012 – Carancho 2010), es el primer protagónico fuera de serie de Guillermo Francella, el primer papel en un largometraje -y con buenos signos vitales- de Peter Lanzani, y además el film cuenta con el apoyo económico de la cadena 20th Century Fox.