Vuelve el terror asiático. En un mercado donde la moda es regirse por franquicias, tenemos propuestas que no tienen grandes pretensiones en materia de presupuestos. Un buen ejemplo de esto sería El clóset, un filme surcoreano que si bien no es un estreno internacional reciente (la peli data de 2020) sí es un filme de terror donde el componente que mejor se explota es el del thriller. ¿La historia? Un hombre que tras perder a su esposa queda solo con su hija. Pero pronto la niña desaparece y debe unir fuerzas con un aliado improbable para encontrar a la pequeña, donde un armario parece ser la clave. Con un escenario único y elementos que ya vimos, The closet es una muy buena vía de escape dentro de tantas propuestas hollywoodenses. La obra no llega a ser memorable como otras propuestas de la línea de La llamada o Actividad paranormal pero tampoco pretende serlo. Para los amantes del terror es una propuesta digna que no debería ser pasada de largo.
Como toda buena película de terror, The Closet (El Armario) intenta ser algo más que terror: busca a través de la puesta en escena del miedo aquello reprimido en el imaginario social de una época determinada; pero como toda mala película de terror, sobreexplica sus temas, deja de lado las analogías para transformarlas en discurso, cambia misterio por melodrama
Casa nueva, padre y niña, niña desaparece de manera imposible en cuarto cerrado. Exorcista, fantasmas, presencias siniestras y un pasado que vuelve a enfrentarse con la vida. Lo de siempre, pero siempre bien hecho, con el timing justo, que fusiona los dos peores miedos: el de un padre de perder a su hijo, el de la reaparición de lo numinoso opresivo frente a nuestra impotencia. Efectista sí, puede ser, pero cumple y dignifica.
Después de que la hija de Sang-Won, Yi-Na, desaparece sin dejar rastro de su nueva casa, un hombre misterioso lo contacta para sugerirle que la busque en el armario. Un nuevo exponente de cine oriental de terror con ganas de jugar a ser una franquicia, pero con suficiente dignidad como para tener vida propia. No es muy difícil darse cuenta de que el esfuerzo estético da resultado y la película es superior a los productos adocenados del cine de terror proveniente de oriente. Le faltan algunos detalles para convertirse en un gran título, pero cumple con creces con su objetivo. Su guión podrá ser común, pero está muy bien filmada.