Pareciera que ante la sobreadaptación, la única transgresión permitida es comportarse como adolescente y hacer de las responsabilidades adultas un cocktail de inconformismo para servirlo bien frío en la sociedad más decadente del planeta.
La pregunta sería ¿cuál es el conflicto de ser madre?, la respuesta para esta supuesta comedia políticamente incorrecta es no tener tiempo libre, no poder salir con amigas a tomar unos tragos y volver a casa borracha pero feliz. Y entonces, la moralina baja de golpe, como ese sacudón luego de la resaca de una noche donde lo mejor es preguntarse ¿Qué pasó ayer?.