Solo contra todos
Luke Wright (Jason Statham), es un expolicía que ha tocado fondo. Luego de un problema de apuestas que termina en el asesinato de su esposa se ve obligado a vagar por las calles, solo, sin nada, y al borde del suicidio.
Pero un día en el subte encuentra a una niña china que es perseguida por unos cuantos maleantes, nuestro héroe salta a defenderla y es así como proteger a esa niña indefensa le vuelve a dar sentido a su vida.
Mei (Catherine Chan), la niña en cuestión, tiene una mente prodigiosa, es capaz de hacer cálculos imposibles y de retener enormes cantidades de información. Por eso la mafia china la tiene cautiva, trabajando para ellos como una especie de computadora humana. La niña retiene en su memoria un código secreto muy importante tanto para la mafia china, como para la mafia rusa y la policía de Nueva York. Exactamente los mismos enemigos que tiene su protector.
En adelante la película no hace más que mostrar todas las habilidades pugilísticas del protagonista, que puede limpiar a 10 rusos, 5 chinos, y 3 patrulleros en cuestión de minutos,
y como si esto fuera poco, mientras reparte patadas y piñas a discreción, planea una estrategia perfecta y redonda para engatusar a todos sus enemigos, y alzarse con un botín.
Está de más decir que a la película le sobra acción, y le falta contenido, hay peleas coreográficas, autos que salen volando y toda clase de recursos típicos de las películas del género con gran presupuesto.
Statham hace una vez más el mismo personaje, que siempre le da resultado, y no hay ninguna actuación sobresaliente entre los muchos personajes típicos que tiene la película, como polícias corruptos y mafiosos despiadados.
Podría decirse que es más de lo mismo, mucha acción, muchos efectos especiales, mucha sangre, un sonido que aturde, un poco de humor y una película que pasa rapidisímo y entretiene.