La génesis de la computación.
Algunas historias de la vida real merecen contarse más que otras. En el cine hemos visto excelentes historias mal contadas y algunas otras menos interesantes eximiamente narradas. The Imitation Game no es la primera ni será la última historia verídica de la segunda guerra mundial llevada a la pantalla grande, pero se destaca por cumplir un doble requisito: contar muy bien una magnífica historia.
Superficialmente, The Imitation Game es la historia de cómo, cuándo y quién descifró el código enigma, el sistema criptográfico a partir del cual se comunicaban los alemanes en la segunda guerra mundial. Íntimamente, sin embargo, la propuesta teje en su trasfondo otras tramas sustanciales que abordan desde el espionaje hasta la homosexualidad, variando los tiempos del relato sin perder el hilo fundamental de la narración. Es poco frecuente la efectividad con la que la película impacta en todos los frentes, desplegando múltiples mensajes sin dispersiones narrativas. La cinematografía, por otro lado, es clásica pero virtuosa, con excelentes planos y muy buena edición.
The Imitation Game es un drama histórico de guerra, de espionaje y también de vida. Todo eso, en menos de dos horas brillantemente compactadas. Son pocas las propuestas como ésta.