Un genio forzado a morir
El Código Enigma (The Imitation Game), con el espectacular Benedict Cumberbatch–que ya es un nombre que le debe sonar bastante hasta el menos ávido seguidor de cine- y sus compatriotas Keira Knightley y Matthew Goode, es un drama sobre Alan Turing, el matemático inglés que logró descifrar el código Enigma de los nazis, y así salvar al mundo occidental de caer bajo las garras del Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial, que hasta ese momento parecía que iba a salir victorioso.
Y la cinta, dirigida por el noruego Morten Tyldum, es una de las mayores favoritas no sólo para ganar el Oscar a la Mejor Película, sino también para que su protagonista, Cumberbatch, se lleve el galardón a Mejor Actor, ya que, además de interpretar a una de las mentes más brillantes del siglo pasado, debe meterse en la piel de un gay reprimido en una época en la que ser homosexual era considerado un delito.
Tartamudo y con dotes sociales que dejan mucho que desear, el Turing de Cumberbatch es un personaje al que, a pesar de sus aires de superioridad, es imposible no entender a nivel emocional. Con un leve autismo y ademanes de grandeza, el matemático trabaja sin descanso en un proyecto al que incluso su equipo considera una locura. Pero lo que parecía ser sólo un sueño de un genio que perdió la cabeza termina siendo posible gracias a su talento y el apoyo de sus amigos.
El parisino y nominado al Oscar ocho veces Alexandre Desplat fue el encargado de componer la banda sonora, proeza que cumple con todas las letras, y que se acopla con destreza con una fotografía y con el guion de Graham Moore, basado en "Alan Turing: The Enigma" de Andrew Hodges.
Con ocho nominaciones a los Premios de la Academia, El Código Enigma prueba una vez más que el cine de calidad y de entretenimiento no son mutuamente excluyentes, además de ser un tributo póstumo a la vida de uno de los mayores genios del siglo XX, cuyos logros pasaron desapercibidos y opacados por una historia de prejuicios y culpa de una civilización represora y censora.