La continuación que lleva la pareja de Lorraine y Ed Warren para Londres de 1977, demuestra que la franquicia que surgió con la primera Conjuro, tiene vitalidad, pero principalmente creatividad y particularidad. James Wan, el gran creador de este universo, sigue con mano firme y no decepciona, y aún a pesar de tener sus problemas en su tercer acto, El Conjuro 2 consigue su propuesta de mantenernos pegados al sillón del cine con su ambientación y la buena actuación de su elenco infantil.
Conjuro 2 empieza mostrando un poco lo que pasó en la anterior entrega y ambientándonos a la vida de Lorraine (Vera Farmiga) y Ed Warren (Patrick Wilson) pos evento del terror pasado en Amityville. Vemos que principalmente Lorraine no salió sin secuelas del evento, y al mismo tiempo vemos como en Londres la familia Hodgson, sufriendo con la crisis de empleo del gobierno Thatcher de los finales de los 70, empieza a sufrir con eventos extraños y paranormales, enfocados en la hija más nueva Janet. Con la prensa llamando al caso "el Amityville inglés", Lorraine y Warren son convocados por la Iglesia para saber si lo que pasa en Janet es real o un fraude.
Wan acierta de nuevo en seguir la ambientación específica, enfocada en lado mas gris de Londres de los 70s, haciendo un cruce entre lo oscuro y la iluminación exagerada. A pesar de volver a usar algunos ángulos y estilos de cámara del primero, se nota la diferencia del mismo en querer mejorar la ambientación para el espectador en los espacios, usando giros en 180º y atravesando habitaciones con efectos de cámara lo que deja más elegante la transición entre los mismos. No se puede negar de la habilidad del director en utilizar todas las técnicas para generar tensión e incomodidad, y eso se nota mucho en el apartado de sonido, usando todo tipo de ruidos y efectos de formas excelente. Otra cosa poco usual en este género son pequeños toques de humor en el transcurso de la película, trayendo un poco de sensibilidad y humanizando los protagonistas.
Lo que talvez haya sido exagerado esta vez es en los efectos CGI, algunos inclusive muy artificiales que terminan sacando la buena ambientación que fue creada, transmitiendo una sensación dispar y desconfortante, cosa que en el primero casi no fue usado, demostrando un poco de falta de ganas ya que algunos de los efectos podrían haber sido logrados con otras técnicas con mejor resultado.
Otro, y creo que el principal, problema de Conjuro 2, es el ritmo, se gasta casi 90% de la película intentando crear los acontecimientos y inclusive una innecesaria vuelta de tuerca al final, que cuando llegamos al tercer acto es todo muy apresurado y un poco artificial la solución conseguida.
Creo que, siendo un poco inferior a la primera, sigue siendo una excelente película de terror sobrenatural, un estilo que sufre generalmente por films de fórmulas fáciles.