No hay que ser muy visionario para decir que LEJOS hace años el género de terror es quien menos aporta en materia de calidad al Séptimo Arte pero no así en ganancia, ya que varios estudios realizados en la última década lo pusieron entre los más redituables en comparación costo/ganancia donde el Top Ten estaba formado justamente por producciones de muy bajo costo, de mala calidad técnica y argumental y con recursos repetitivos, como las que vemos que salen a mansalva hoy en día y no vale la pena mencionar. Pero acá estamos, somos los que aún no nos rendimos y no consumimos esos productos con la fe del relanzamiento del género y es justamente esto lo que convierte a James Wan al Rey del género de la última década gracias a su atrevimiento de hacernos creer nuevamente que hay esperanza y motivando a otros directores a arriesgar a este tipo de producciones como "El Conjuro", dando como resultado: "It Follows" (2014) o "The Witch" (2015), dos grandes producciones de los últimos años que se suman a la ayer estrenada y aclamada “El Conjuro 2”, que con solo unas horas del jueves se clava en lo alto del Top Ten de ventas en Argentina con 75.000 entradas adquiridas a lo largo y ancho del país. ¡Enjoy!
Pasando al tema que nos compete y como ya se imaginarán, James Wan lo hizo de nuevo. "El Conjuro 2" no tiene nada que envidiarle, y hasta podría decirse que es al revés, a su anterior entrega.
Aún con numerosas modificaciones en el equipo artístico con respecto a la primera entrega, aunque se mantienen en las aristas más importantes, la producción vuelve a destacar con escenografías esplendidas y repletas de elementos de la época, con sets que, dejando de lado el ambiente que genera la producción, son dignísimos de apreciar y perder nuestra concentración en ellos. Para los menos apreciativos del arte cinéfilo, dirán: ¿Pero que es un buen set sin una banda sonora que acompañe? Y es aquí donde, valga la redundancia, lo hizo de nuevo pero en este caso Joseph Bishara y todo su equipo de trabajo. Quizás se opaca por el tamaño de la producción y una banda sonora que abunda casi silenciosamente pero que es realmente fundamental para el ambiente de la película y que además agrega varios sonidos casi inaudibles para quien lleva la tensión a tope pero que encajan a la perfección y le dan más mérito al equipo de la producción y más rica a la misma, sin tocar siquiera el uso de material original, al igual que su antecesora y que en cualquier tipo de producción hace subir el nivel de prolijidad y calidad de la misma.
Pasando a uno de los puntos más críticos que fuimos viendo en estos años del público no habitué cinéfilo o casual (o como quieran llamarlo) y que ponía en duda la inmensidad de “El Conjuro” y su catalogada “La mejor película de terror de los últimos años”, volvemos a decir que no esperen una producción como las blasfemias que salen normalmente y apuntan su “éxito” a la ganancia basándose sus producciones en técnicas repetitivas o las llamadas en la jerga “salto de butaca”. James Wan no sale de su libreto, y aunque nos da el gustito del susto repentino en más de una oportunidad, nuevamente predomina ese nuevo paradigma de un terror ambiental que se va profundizando con el pasar de los minutos (erizándonos los pelitos) con un congloben de lo mencionado anteriormente más un guión, nuevamente realizado por los Hayes y la colaboración de James Wan y David Johnson, que sin ser extenso es sumamente profundo y no tiene altibajos poniendo al público en un gran sentimentalismo hacia los personajes en varios ocasiones.
Cerrando nos queda tocar el tema de los personajes, algo muy característico de James Wan. Ya lo vimos en "El Conjuro" e "Insidious", donde pudimos apreciar personajes de entes/fantasmas/demonios que salen de lo habitual y que pueden surgir solamente de la mente de un genio. Obvio, "El Conjuro 2" no es la excepción y la realización y puesta en escena de los 2 principales es simplemente espectacular, aún con menores apariciones que lo que fueron los de la primera entrega. El mismo hermetismo de la perfección por parte del director lo podemos encontrar en Madison Wolfe que encabeza el papel principal como Janet Hodgson, la cual, según confirmó el director, la encontraron luego de realizar audiciones por varios países y que digamos dio justo en el clavo. La joven actriz, que ya pudimos verla en varias producciones aunque no en este nivel, lleva por delante un papel por demás complejo a la perfección donde se fuerza al máximo cada una de sus apariciones en escenas mostrándonos el gran futuro que tiene por delante, dejando en clara evidencia a la gran Frances O'Connor y su nivel que en esta producción no es bueno con un papel que por momentos nos deja atónicos pero no por sus acciones, sino justamente por sus inacciones o falta de personalidad ante la situación de las escenas. Por último. ¿Qué decir de Patrick Wilson y Vera Farmiga? Simplemente nada para reprochar en sus papeles al igual que en la primer entrega donde no solo se destacan por sus personajes en sí, sino por el conjunto que forman en su matrimonio y como cada vez nos hacen encariñarnos más con ellos.
¿Cumple las expectativas "El Conjuro 2"? Si, sin lugar a dudas. Una producción que crece desde su antecesora manteniendo todos sus lineamientos principales, con detalles técnicos impecables y una trama, que si bien es sencilla y deja entreverse rápidamente el secreto de fondo, engancha hasta el final y agrega varios detalles interesantes. ¡Ah! ¡Sí, se van a asustar!