La Casa de los Espíritus
Qué bueno saber que el cine de género truculento entre tanta y tanta cantidad de estrenos de terror berreta, vergonzosos, aburridos, inaguantables, etc etc está -pese a todo- gozando de buena salud, que la originalidad y el meternos miedo desde la pantalla aún funciona.
El año pasado con "Sinister", y mejor aún en este 2013 con "La Cabaña en el bosque" y "Mamá", parece que hemos retomado la ruta de la calidad y sobre todo la funcionalidad del tema.
El director malayo James Wan con antecedentes positivos en la saga "Saw", el policial "Sentencia de muerte"(2007) y la eficaz -también de este género- "La noche del demonio" (Insidious, 2010), que además se anuncia ya en unos pocos meses más su segunda parte, este realizador con marcado sentido del manejo del horror y el misterio, nos trae la trama tomada de un caso real en 1971, donde una familia tuvo que soportar presencias no gratas y aterradoras experiencias en su nueva casa -genuino caserón en medio de un bello paisaje campestre- y por ello acudir a la pareja de estudiosos de fenómenos paranormales que aquí forman Ed y Lorraine Warren, quienes se veràn forzados a enfrentarse con el mal absoluto, y además con el caso más espeluznante que hayan vivenciado, librando una batalla interminable contra esos extraños visitamtes.
Hay un acercamiento a ese estilo clásico de narración sobrenatural que sugiere más que mostrar y que en el género tienen dignos ejemplos tales como "The Innocents" (1961, Jack Clayton), "The Legend of Hell House" (1973, John Hough), y "Los Otros" (2001, Alejandro Amenábar), sin olvidar la suprema joya "El Exorcista" (1973, William Friedkin).
Por parte de los rubros de producción, la edición del sonido -fundamental en este tipo de propuesta fílmica- es magistral tanto como lo son la fotografía y el montaje, por lo actoral sobresalen Lili Taylor -aquella magnífica protagonista de "La fiesta de las feas" (Dogfight, 1991, Nancy Savoca)- como la sufrida madre y el dueto de investigadores que la ayudan a cargo de Vera Fármiga -estupenda como siempre- y Patrick Wilson.
Inquietante pero a la vez efectiva en su cometido.