Con Dead Silence (2007) e Insidious (2010) James Wan buscaba volver a un cine de antaño más preocupado en dar miedo al espectador mediante climas aterradores que dar asco con imágenes asquerosas. Estas dos películas, que presentaban climas bien construidos, terminaban fallando. Dead Silence tenía el problema de ser un videoclip e Insidious mostraba siempre a los fantasmas y demonios, lo cual hacia que ser perdiera toda situación terrorífica.
Con una estética setentosa que remite a clásicos de aquella época como El exorcista, Terror en Amytiville y Al final de la escalera, Wan va mostrando las situaciones terroríficas de a poco. Primero unos extraños sonidos, puertas que se cierran y luego algún ataque. Pero a diferencia de Insidious acá muestra poco a sus criaturas y prefiere dejar todo en la oscuridad para que el espectador se imagine lo peor. No es que no haya escenas de miedo y de sustos pero es una película mucho mas apoyada en los climas. Además cuenta con unas excelentes actuaciones por parte de todos los actores pero en especial de Vera Farmiga y Lili Taylor que con pequeños gestos logran una naturalidad que hace creíble todo lo que sucede alrededor.
Si hay algo que criticarle es que su excesiva duración hace que por momentos se pierda. Wan esta más interesado en crear situaciones terroríficas que en hacer avanzar a la trama. Y esta en realidad es una nueva versión de su anterior película pero con otro tono y trabajada desde un punto de vista mas psicológico. Aun así El conjuro es la muestra de que Wan es uno de los mejores talentos que hay en el cine de terror en los últimos años.