El cine de terror enfrenta una crisis. Y es que últimamente las películas sólo son refritos y remakes que se sirven de las mismas ideas "para adaptarlo a tiempos actuales" o "para llegar a nuevas generaciones". Si se inventa una historia nueva (El exorcismo) o una técnica nueva (El proyecto de la bruja de blair), el formato se explota hasta el cansancio y vemos una y otra vez las mismas historias.
El Conjuro, de James Wan (Saw), no es diferente. Tenemos la leyenda "basada en una historia real" para darle más poder a la trama, la casa abandonada, en la cuál sucedieron cosas tenebrosas en el pasado, y ahora que una familia compra la casa, y que no puede abandonar por falta de recursos, se enfrenta a fantasmas, entes demoniacos y hasta problemas familiares de los cuales tienen que salir adelante. Esta formula ya la hemos visto muchísimas veces (La maldición, Terror en Amytiville, etc). ¿Por qué dicen que el conjuro es la mejor película de terror?
Lo es y al mismo tiempo no lo es. Aunque siendo sinceros, los mayores fanáticos de este tipo de cine de "grito fácil" siempre son las mujeres y los hombres que aprovechan para llevar a sus parejas al cine y quedar pegaditos en lo oscuro de la sala de cine. Y lo que ayuda mucho a este formato: el juego de sombras, el sonido fuerte de imprevisto (los golpes de puerta, la música siniestra que anuncia la presencia de algún ente sobrenatural) y algún grito gutural si se trata de una posesión. Y todo esto que menciono lo seguimos teniendo en la película de Wan. No es nada nuevo, nada original, y de entrada, ya sabe uno en qué va a terminar.
Lo que se le aplaude, en realidad, es la primer mitad de la película, que sin ninguna (ojo: NINGUNA) imágen diabólica, sólo la presencia y la simple mención, sepa llevar la historia con muchísimo suspenso, valiéndose de recursos como las sombras y los ángulos de la cámara, aunado a las excelentes actuaciones de Vera Farmiga (Up In The Air) y de Lily Taylor (Six Feet Under), te mantiene al borde del asiento sin en realidad hacer... nada. Y no me refiero a que no pase nada en el filme, sino a que en realidad no hay apariciones extrañas, no hay monstruos o posesiones. Pero funciona. Y lo hace muy bien.
Ya cuando pasamos a la segunda hora del filme, entonces si, el ritmo se acelera demasiado, y terminamos por caer en lo risible: criaturas grotescas, posesiones, sangre al por mayor. Pasa del suspenso a una especie de gore, y con muchos huecos en el guión que terminan por ser inexplicables. Se puede perdonar el error considerando que en verdad es una buena película que logra mantenerte las 2 horas en suspenso, pero siendo exigentes, caer hacia el final de la película, cuando debe venir lo mejor con el clímax es algo que no se pasa por alto.
En lo personal, la mejor película de terror desde Rec (2007) y la segunda desde... ya perdí la cuenta.