El nuevo protagónico de Ben Affleck tras su interpretación de Batman viene ahora con dirección de Gavin O'Connor (el mismo de Pride and glory y Warrior) y lo pone en el centro de una historia oscura y compleja.
Christian Wolff es un talentoso contador debido a sus magníficas e innatas habilidades con la matemática. Pero además sufre de una especie de autismo que lo lleva a tener una vida solitaria y sin emociones. Es por eso que también es un talentoso asesino, su verdadera profesión.
En “El contador”, el guión de Bill Dubuque (guionista de The Jugde) nos introduce al mundo de Christian Wolff desde su infancia, que está marcada por el abandono de su madre principalmente y, vamos descubriendo a medida que se sucede el film, el objetivo que su padre tiene para él.
Aunque desde afuera se vea que hoy no es más que un contador que aspira a clientes pequeños, la narración, de a poco y de manera fragmentada, con mucho uso del flashback, no sólo lo muestra en el presente que lo cruza incluso con una joven contadora que en realidad siempre quiso ser artista (Anna Kendrick), sino que además sitúa otro personaje a la caza de éste. Allí entra en juego J. K. Simmons junto a una nueva ayudante (Cynthia Addai-Robinson) y ambos personajes continuarán agregándole, o intentando, profundidad al relato.
Es que “El contador” parece tener mucho para contar, y en ese afán se termina perdiendo un poco. Es un policial, un thriller, con acción pero también mucha carga dramática ligada a vínculos familiares. Su protagonista, Affleck, no falla como el inexpresivo y solitario Wolff, personaje sin dudas interesante, pero el agregado de secundarios como el de J. K. Simmons y Addai-Robinson y sus consecuentes trasfondos sobrecargan la narración, termina queriendo ser más que sólo un juego de caza.
También hay un atisbo de algo lindo junto al personaje de Kendrick, pero éste termina un poco desdibujado, una pena. Jon Bernthal (famoso por su interpretación de otro personaje de cómics, The Punisher) brinda su aporte con un misterioso personaje del cual no conviene revelar mucho más.
Hay muchas cosas, muchos personajes, pero por ejemplo nunca hay un villano claro.
No es ése el único problema que tiene la película. Más allá de su tono solemne y oscuro, la trama rebuscada lleva muchas veces a situaciones inverosímiles y muchas veces por lo tanto involuntariamente graciosas.
“El contador” termina siendo una entretenida y bien dirigida película de acción. En cambio, con el guión de Dubuque pretenden entregar un relato oscuro y complejo que se termina perdiendo a medida que el rompecabezas comienza a tomar su forma, no obstante para esto se apela al uso y abuso de flashbacks y escenas sobreexplicativas. Sirve para pasar el rato, lo cierto es que las dos horas de duración no se hacen notar.