Respirar agobio
El corte (2018) resulta ser la tesis de catorce estudiantes de la carrera de Imagen y Sonido de la UBA, bajo la dirección de Agustina González Bonorino y Regina Braunstein. El largometraje funciona al nivel de una ópera prima independiente muy prolija y con varios puntos a destacar.
Treinta días sin luz en pleno verano. El calor agobia a un barrio bastante humilde que comienza a sumirse en el caos. Tres familias desesperadas avanzan hacia un desenlace inevitablemente violento.
La película se basa en hechos del año 2014 que ocurrió en la localidad de Quilmes, cuando un extenso apagón dejó a cientos de familias, sin suministro eléctrico, sin acceso a agua potable, sin transporte público y con comercios desabastecidos. Esta película reflexiona sobre el abandono, el miedo, el encierro y el momento en el que las normas barriales se imponen por sobre los mecanismos de control.
La textura del sudor sobre la suciedad remiten a la incomodidad de un momento que todos los que viven en buenos aires han vivido alguna vez. Y también la inmediata sensación de que la falta de luz es sinónimo de inseguridad.
La película se acoge de detalles que suman muchísimo a retratar esta especie de “cultura aparte” que se abre los días sin luz en el conurbano. Los momentos de juego con el montaje que hace confluir lo coral resultan lo destacado del despliegue técnico, que en los demás aspectos es correcto y simple.
El corte es una película pequeña, tímida y al mismo tiempo acertada. No deslumbra pero se nota el minucioso cuidado para evitar errores, obtiene como resultado un producto donde está “todo bien” aunque falte un poquito de riesgo como el que se desata en el contundente final.