Atrapado sin salida.
La Guerra Fría fue una intriga internacional entre los integrantes del Pacto de Varsovia, sus homólogos de la OTAN y los países neutrales a esta contienda. Dentro de esta configuración mundial entre dos bloques que se disputaron el control ideológico, político, cultural y económico del planeta, no cesan de aparecen historias extraordinarias sobre sucesos increíbles alrededor de la tensión entre Estados Unidos, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y los satélites de ambos.
El Crazy Che se propone desde un principio como una historia increíble alrededor de un personaje extraordinario. El documental narra las andanzas de Guillermo Gaede, un empleado de una empresa de sistemas en Estados Unidos que a principios de los años ochenta ofreció información de valor comercial al gobierno cubano y al soviético por cuestiones ideológicas. El asunto se complica aún más cuando los propios cubanos quieren traicionar al régimen en crisis, ya sin el apoyo de la desaparecida Unión Soviética a principios de los noventa, e intervienen los servicios de inteligencia norteamericanos, por lo que Gaede se ve envuelto en una intriga de contraespionaje desopilante.
El documental de Pablo Chehebar y Nicolás Iacouzzi recorre la vida de Gaede a través de sus inicios como subdelegado gremial y afiliado comunista en Entel, construyendo el perfil de un argentino que falsificó sus documentos para trabajar en Estados Unidos y logró implicar al FBI y a la CIA en un juicio que influyó en la ley de espionaje industrial sancionada en 1996. La historia de Gaede es atractiva desde todos los ejes en que se pueda pensar: como aventura, como juego de espías, desde su costado jurídico y desde la supuesta seguridad de la sociedad de la información.
Más que un documental, la película parece por momentos un falso documental, pero en verdad estamos ante una historia apasionante absolutamente real sobre un personaje que supo engañar a todo el mundo para entrar y salir exitosamente del mundo del espionaje como si fuera un juego, pero con la convicción de las ideas que Gaede llevaba en su corazón.
Con animaciones que reconstruyen algunas escenas, con gran parte del material de audio y video que Gaede prudentemente grabó implicando a la CIA y al FBI en el robo de los secretos corporativos de las empresas de sistemas, y con entrevistas al mismo Gaede, su esposa, sus hermanos y distintos protagonistas, El Crazy Che logra reconstruir el contexto de la Guerra Fría y diagramar el perfil de un espía convencido de estar ayudando a un bloque soviético moribundo en su lucha contra el capitalismo. El documental investiga con rigurosidad todo el “affaire Gaede” mediante una narración ágil, siempre respaldando la información y dejando un testimonio muy valioso sobre este particular e inusitado episodio.