A quien le gusten las comparaciones...
Siento profundamente que me suceda esto con un film argentino, pero lamentablemente, esta película de Hernán Guerschuny me pareció lo más ‘soso’ que vi en mucho tiempo. Qué irónico; tener que hablar en tono de crítica acerca de un producto que justamente es un retrato de la decadencia en la que ese rubro periodístico ha ingresado. En realidad es un nicho que hoy en día perdió mucha credibilidad, a fuerza de medios alternativos que le dan a cualquier persona (calificada o no) la capacidad de elaborar una opinión acerca de algo.
Pero, ingresemos en el terreno de la película propiamente dicha. Es muy evidente la forma en que algunos actores fuerzan las pausas de un guión con interminables diálogos carentes de profundidad. No es culpa del casting, sin embargo, sino del responsable de darle credibilidad a los diálogos. Si algo debo reconocer, es que el personaje interpretado por Rafael Spregelburd (El crítico, justamente) es una postal de lo que uno puede imaginar en torno a esa figura. Pero en el caso de por ejemplo, Dolores Fonzi, ‘la enamorada’ en cuestión, no pude más que encontrar un vacío total de desempeño actoral.
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La historia no me resultó para nada interesante, de hecho me aburrió la mayoría del tiempo. Todo es gris en la vida de un tipo que pertenece a la redacción de un diario-sección espectáculos- y que sufre de problemas económicos, una personalidad regida por el análisis del todo y más, dificultades para socializar y un escaso sentido del sentimentalismo, el amor y la amistad. Víctor Tellez, el protagonista, padece de un inconsciente que razona en idioma francés, por el sólo hecho de que lo hace sentir más seguro. Pero ni siquiera sacaron partido de ese detalle…
Cómo describir un guión tan cotidiano, con algún que otro elemento del terreno de la ficción que no llegó a ser bien explotado por el equipo de producción. Por ejemplo, las referencias a películas destacadas del cine clásico. En mi opinión, podría haber resultado interesante aprovechar esas imágenes para beneficio de la trama, porque aparentemente la historia acarrea humor… Un humor que jamás llegué a captar.
En torno a algunos comentarios que leí sobre su paso por festivales, encontré algo de exageración en el tratamiento de las comparaciones. Cosas como, ‘para los amantes de Cuando Harry encontró a Sally’. Quizás mi conclusión ya la habrán deducido; te pintan al Crítico como la peor profesión del mundo mundial, dato del que nadie debería estar orgulloso. Pienso que el grupo reducido de cineastas fracasados (¡así los llaman en la película eh!) tendrá una visión más certera de hacia dónde apuntaba este relato pero, en lo que respecta a mí, no encontré más que un producto soporífero y tosco en cada uno de los sentidos de la palabra.
Habrá quienes se interesen en mi visión, y habrá quienes me manden a la lona; porque al fin y al cabo… ¡Quién soy yo para criticar!