Entre el cine arte y la vida
Rafael Spregelburg y Dolores Fonzi protagonizan el film de Guerschuny sobre un crítico aficionado a la nouvelle vague que conoce a una chica y pierde la mayoría de sus certezas.
Para Víctor Téllez el cine es más grande que la vida y si se trata de películas de la Nouvelle Vague de los años '60 el mejor camino es pensar y reflexionar en francés. Se dedica a la crítica, concurre a las funciones privadas, charla en el café con sus colegas sobre las películas recién vistas y, como se percibe en más de una escena, algún texto suyo causó la debacle económica de un director que lo persigue y acosa. Vive solo, es algo torpe con las mujeres, detesta las comedias románticas, apuesta por el cine de autor. Pero un día Víctor conoce a una joven, tienen sexo y la vida parece rumbear para otro lado, hacia la clase de cine que rechaza. El crítico, opera prima de Guerschuny, presenta una estructura –más allá de que su tema es muy diferente– que tiene ecos con El censor (1993) de Eduardo Calcagno, con una primera mitad que recorre los hábitos del personaje, hasta que se gira a una zona diferente, novedosa para el periodista especializado. En esa decisión del director por describir las taras de un crítico, el film se vale del clisé para abordar una vida subordinada al cine, un mundo pequeño pero importante para el personaje central. Luego, cuando surge Sofía (Dolores Fonzi), la película gira hacia un lugar impensado para Víctor (Rafael Spregelburd, en una gran composición actoral), donde lo "real" se combina con la "ficción" que cree estar viviendo (o padeciendo) el atribulado crítico especializado. En medio de esos dos ejes, El crítico tiene sus aciertos en puntuales escenas (la función de prensa del inicio; las apariciones del director que odia al redactor; la divertida escena cuando la pareja concurre al teatro), sin necesidad de profundizar en el fanatismo del personaje por el cine. En ese cambio violento que se produce desde la puesta en escena, cuando el film vira de Sin aliento o Los 400 golpes a Cuando Harry conoció a Sally o Sintonía de amor (donde también se incluye un logrado momento que remite a Titanic), la película de Guerschuny aclara sus intenciones: El crítico es una comedia con un personaje particular que por causas del destino es llevado a un mundo que desconoce, más terrenal y menos teórico, más de contacto con la piel y menos de acercamientos a través de un travelling o debido a una panorámica. Víctor Téllez es un representante de una cinefilia de micromundo, que debido a Sofía, y aunque siga rechazando las comedias románticas, percibirá que siempre será bienvenido un amor, poner los pies sobre la tierra, gozar más allá de las imágenes. La identificación con el personaje central, para quienes nos dedicamos a esta profesión, será un secreto más, uno de los tantos que tienen (tenemos) los críticos de cine.