Si la tarea de escribir la opinión sobre una película encontrara la horma de su zapato, seguramente sería “El crítico”. No porque se trate de un espejo directo en el cual reflejarse; sino por cierta minuciosidad en la composición del personaje central. Éste, encarnado por Rafael Spregelburd, está dibujado, o delineado, con el mismo tipo de clichés a los cuales se refiere él a la hora de “odiar” el género romántico. Es más, cualquiera que repase un poco la serie animada “The critic” (1994-95) tendrá a flor de piel varias de las características de Víctor Tellez.
Hosco, mal llevado, algo neurótico, cinéfilo a morir y, por supuesto, lleno de humor (para los que lo ven de afuera), el hombre no está pasando por un gran momento. Su vida privada se muestra caótica, sin rumbo ni pareja, y en cuanto a lo profesional, hay hasta cierto desgano. Una pasión apagada salvo cuando habla de Godard. Hasta allí podría ser alguien salido de una novela negra, pero “El crítico” es una comedia romántica de modo que cuando una chica se cruza en su vida todo ese caos se revuelve aún más hasta tomar el nunca bien ponderado camino de los lugares comunes.
Dado que el guión no oculta su deseo de transitar por las fórmulas archiconocidas del género, más bien lo contrario, el director Hernán Guerschuny lo lleva a fondo como para que quede claro que además de reírse de sí mismo, se trata de hacerlo con fundamentos sólidos. Esta es una película que divierte y muestra un costado poco común en el cine.
Hay algunos detalles curiosos. Que aparezcan algunos críticos conocidos en nuestro medio obedece más a un guiño interno que se codeará con al absurdo total cuando esos individuos pasen por la Asociación Argentina de Actores a cobrar el cheque. Imposible no imaginarlo mientras vemos las escenas filmadas en el microcine Vigo. También tenemos en Tellez a un tipo cuyos pensamientos u observaciones mordaces son en francés (¿?... ah, cierto que le gusta Godard). ¿Para ir por festivales o mostrar las virtudes políglotas de Spregelburd? ¿Qué importa? Está bien hecha, lo cual es un montón para el género de comedia de estos tiempos.