Adaptación la obra teatral homónima de Rafael Bruza; "El Cruce de La Pampa" es una propuesta a primera vista pequeña, pero de un corazón enorme que enaltece un resultado, como mínimo, muy simpático.
Inmediatamente de haber comenzado, nos daremos cuenta, aún sin que nos digan, que "El cruce de La Pampa" tiene su génesis en el mundo teatral. Dos personajes, y un espacio que se irá moviendo con ellos. Modesto Álvarez aprovecha la inmensidad de La Pampa para correr, maratonista, su único fin es cruzar la meta cueste lo que cueste, frente a todos los obstáculos que se le presenten.
En el camino, se cruza con el Dr. Villafañe, historiador, que tiene la idea de “crear” una teoría que lo posicione como famoso pensador. Ambos tienen finalidades y personalidades diferentes, pero compartirán el camino común. Por supuesto que la llanura pampeana será el tercer personaje, no será cualquiera el territorio que los dos hombres transitarán, y los condiciona en sus objetivos y sus dichos.
Tampoco es eventual que quien se encuentre detrás de cámara sea David Bisbano, director de la premiada animación Rodencia y el diente de la princesa, y con vasta experiencia en labores del departamento de arte. La Pampa es presentada como el camino de la ensoñación, juguetona, colorida, desde los planos, los tonos de la fotografía, y el clima creado, todo nos hace creer que hay mucha irrealidad, fantasía, en ese encuentro casual.
El guion aprovecha muy bien los espacios que consigue y mantiene un timing constante con momentos de comedia muy logrados.
Si bien hablamos de dos personajes y un ambiente de realidad alterada, el ritmo es cinematográfico, nunca se siente acartonado. Por supuesto, el otro gran acierto de esta película – que llega a los cines de la Ciudad de Buenos Aires luego del paso por el interior y la plataforma Odeón – es el dúo actoral.
Gonzalo Urtizberea y Rolly Serrano nos convencen al segundo que aparecen que no pueden existir mejores Álvarez y Villafañe que ellos, que los personajes nacieron para que ellos los interpreten. Los dos actores, de sobrada experiencia en tablas y cámaras, son graciosos, carismáticos, talentosos, y poseen una química tan mágica como la propuesta. Ellos son la película.
"El cruce de La Pampa" no intenta ser más de lo que es, es una película pequeña, de origen teatral pero muy dinámica; honesta y sincera, con algunos planteos interesantes, y realmente muy simpática. Si quieren salir con una sonrisa dibujada en el rostro, está es la película que deben elegir.