El talentoso Mathiew Almaric, protagonista, director y guionista del film, deconstruye la novela de George Simenon y la intriga policial no se diluye, se reinventa a tal punto que el espectador está en vilo del principio al fin. Pero además, el acento está puesto en la comunicación de una pareja, en el significado de la vida y el contarla, en los compromisos de uno, que no son para el otro.Y recién en la mitad del film se sabe de qué se acusa a ese hombre que se dejó llevar por la pasión y pensó que podía dejarla de lado. Y lo que se supone es capaz una mujer aferrada a una promesa. Y por sobre todo, la tergiversación, el rumor, la curiosidad morbosa. Bien filmada, mejor actuada, un poco enredada, fascinante la mayor parte del tiempo