En épocas difíciles para la Argentina, en abril de 1976 se estrenaba «Los muchachos de antes no usaban arsénico» (a pocos días del golpe) de José Martínez Suárez, con Mecha Ortiz, Arturo García Buhr, Narciso Ibáñez Menta, Mario Soffici y Bárbara Mujica, una comedia negra, ácida y llena de referencias. En su momento no tuvo una gran aceptación pero con el tiempo muchos la admiraron y hasta compitió en la preselección para el Premio Oscar de 1976.
Ahora llega esta remake en la que todos hacen un gran homenaje al cine nacional y en la que se ha cambiado un poco la trama y los personajes. Se centra en Mara Ordaz (Graciela Borges) que fue una estrella de cine en la época dorada; pero algo pasó y el público la fue olvidando, se aisló de todo en una casona alejada de la ciudad junto a: su esposo Pedro de Córdova (Luis Brandoni) quien debido a un accidente se encuentra en silla de ruedas hace años, también fue actor y vivió a su sombra, y sus amigos Norberto Imbert (Oscar Martínez), director, y Martín Saravia (Marcos Mundstock), guionista. Ellos se conocen hace varios años pero existen ciertos secretos y resentimientos. Todo cambiará cuando una pareja joven (Nicolás Francella y Clara Lago) aparece perdida en la zona y reconocen a la famosa actriz, la elogian y la animan a que vuelva a trabajar, además le aconsejan que venda la casa.
A partir de ese momento todo cambia en la convivencia de estas cuatro personas que con el correr de los años fueron pasando cosas y a veces las relaciones al no ser tan sólidas se van deteriorando, vemos algunos flashbacks, se utilizan diálogos sutiles, filosos, profundos, como así también divertidos, un humor ácido, sarcástico, irónico, mordaz, hay tensión, suspenso, e interpretaciones extraordinarias por parte de los actores. Se logra una buena ambientación, estupendo maquillaje y vestuario, entre otros rubros técnicos. Este film podría ser tranquilamente una obra de teatro.