Una sorpresa de fin de año para este 2019 con un número gigantesco de títulos argentinos pero con un nivel discutible. El cuidado de los otros es una de esas películas que se destaca rápidamente con su pulso preciso, su intensidad cinematográfica y su coherente y decidido sentido. En resumen: Una película excelente.
Luisa tiene dos trabajos, trabaja en un taller donde se fabrican pequeñas figuras de cerámica y también es niñera para conseguir un poco de dinero extra. Cuando está cuidando a un nene llamado Felipe, accidentalmente queda afuera del departamento por un rato hasta que su novio Miguel llega para abrir la puerta. El niño parece estar bien, entonces Luisa va al departamento de al lado para pedirle a la arquitecta que allí trabaja que no le cuente nada a los padres de Felipe.
La tensión de este comienzo muestra una sólida construcción dramática apoyada en grandes actores. Hasta ahí la película conquista al espectador a puro suspenso. Pero esto recién empieza, porque el Felipe empieza a sentirse mal y Luisa debe ir con él de urgencia al hospital donde trabaja Carla, la mamá de Felipe, para descubrir que ha sufrido una fuerte intoxicación. Ahí el cuidado de los otros despliega su juego y la tensión se multiplica.
No es solo una tensión de puesta en escena y actuaciones, también el guión se construye de forma tal que las emociones están a flor de piel y la angustia y la culpa de la protagonista se hace omnipresente, aun cuando no se esté hablando sobre eso. Para que el lector pueda darse una idea visual, El cuidado de los otros evoca claramente al cine de los Hermanos Dardenne. El camino del protagonista que cae y busca desesperadamente la redención y el perdón, lo vimos en los films de los Dardenne Rosetta, El niño y El hijo, entre otras.
Pero la conexión no es solo de tema sino también de estética. Nosotros no sabemos otra cosa más que lo que la protagonista ve y vive. La cámara la sigue muchas veces desde atrás, en ese gran recurso de realismo, como si la cámara no supiera a donde va. Esa forma de conectar la ficción con el documental, aportando drama e intensidad. Estas conexiones estéticas y temáticas no le quitan identidad a El cuidado de los otros, para nada. La película tiene estilo y vida propia.
Si el director, guionista y actor Mariano González triunfa en tu triple rol, hay que decir que la protagonista excluyente de la película, Sofía Gala Castiglione, consigue acá su mejor papel, apelando a los matices más visibles como a los más sutiles, en un papel más complejo de lo que se puede creer a simple vista. La emoción contenida de gran parte de la trama, los picos dramáticos y un desenlace de profunda emoción la confirman como una actriz que sigue ascendiendo. El cuidado de los otros es uno de los grandes films del 2019.