Gran historia se convierte en basura
"The Giver" o "El dador de recuerdos" es una película basada en la famosa novela de la escritora Lois Lowry, una historia para lectores juveniles que se publicó bastante antes de "Los juegos del hambre", "Divergente" o "The Maze Runner". No he leído la novela confieso, pero por comentarios que me han llegado y otros que he leído en la web, es un muy buen libro que aborda de manera valiente temas sociales, políticos y tabúes. Para el año en que fue publicada, 1993, los temas polémicos como la eutanasia, no eran muy tratados en novelas para jóvenes lectores. Todo esto podría haber representado una ventaja total para la concepción del film y podría haberse producido de una manera que llegara para patear el tablero de las sagas juveniles en el cine, pero en lugar de esto se dejaron manipular por los cánones de lo que supuestamente debe mostrar una obra de este tipo en pantalla y nos ofrecieron una adaptación tonta y aburrida, donde las temáticas interesantes quedan totalmente desabridas y dan rienda suelta a la cursilería al mejor estilo "Crepúsculo".
Es increíble como la mentalidad comercial errónea de algunas personas en la cúspide de grandes estudios cinematográficos puede llevar una buena historia al fracaso absoluto. Se pretendía que fuera la nueva Juegos del Hambre, pero en cambio han conseguido que peligre al continuidad de la saga. El presupuesto que destinaron a la producción fue de unos 25 millones de dólares, muy poco si se tiene en cuenta que su reparto incluye nombres como Jeff Bridges y Meryl Streep. Así y todo, no supieron aprovechar la oportunidad y ambos actores cumplen con sus roles pero quedan deslucidos ante un guión básico que se concentra más en las sensaciones del personaje protagonista que en la trascendencia de la crítica social que hace el relato.
Poca acción, poco suspenso, poca aventura, mucho momento meloso, sobre todo entre la pareja protagonista compuesta por Brenton Thwaites ("Oculus") y Odeya Rush ("We are what we are"), cuyo carisma fue muy débil.
Una película chata, con pocas pretensiones que deja la sensación de haber perdido dinero en la entrada al cine. No la recomiendo.