Christie Burke es una madre que acaba de dar a luz a dos gemelos, de los cuales sólo uno sobrevive. Pronto empieza a tener horribles visiones y empiezan a ocurrir cosas extrañas que la llevan a tener las sospechas más siniestras. El director canadiense Brandon Christensen utiliza con cierta astucia los miedos propios de la maternidad y, especialmente, hace buen uso de las posibilidades para un relato fantástico de la depresión post parto; por eso, en sus mejores momentos, "El demonio quiere a tu hijo" es un film de terror de bajo presupuesto con un nivel de tensión muy aceptable. Además, durante buena parte de la proyección (la película llega raspando a los 90 minutos), la progresión argumental está matizada con más de un buen par de sustos, algunos de los cuales están vinculados a las cámaras para cuidar a los bebés.
Lamentablemente, el guión no está a la altura de la premisa, y la película va cayendo en pedazos mucho antes de alcanzar el bastante poco convincente desenlace. Eso sí, la actuación de la protagonista es muy buena y era digna para un film mejor que éste.