Todo mal con Shane Black
Se estrenó esta esperada nueva entrega de la saga "Depredador" sobre la cual se habían generado bastantes expectativas en el público, por un lado porque se la vendió como la película que venía a redimir los fracasos de las últimas tres entregas, y por otro lado porque la dirigía Shane Black, director sobrevalorado responsable de títulos como "Kiss, Kiss, Bang, Bang" y "Iron Man 3". Bueno, la verdad es que termina siendo una decepción peor que la última producción que se llamó "Predators", estrenada en 2010 y que estuvo protagonizada por Adrien Brody, Lawrence Fishburne y Topher Grace, entre otros.
Esto para un cultor del cine, como el que suscribe, es un verdadero dolor de cabeza porque no puedo entender que se larguen a toquetear un producto tan popular y querido por el público sin estar seguros de entregar algo superador, bien pensado y con un diferencial que haga valer la pena traer a la vida nuevamente a nuestros amigos, los depredadores. No sé realmente qué quiso hacer Shane Black... Todo mal! Primero que todo le dio a la historia una dinámica cómica que no le hace bien a la atmósfera del film, en absoluto. Que un depredador agarre un brazo mutilado y haga OK con los dedos de la extremidad, no aporta nada más que ridiculez. Por otro lado, los personajes principales son muy dispersos y descerebrados. Pasan de ser unos loquitos fumancheros en un ómnibus para presos a héroes de acción que le hacen frente a los depredadores. No tiene mucho sentido. El villano del lado humano no está claro por qué y para qué hace lo que hace. Sí, estudian a los depredadores... ¿Y? ¿Eso es todo? Después tenemos al arco argumental donde la raza depredadora se mezcla con la humana, donde nuevamente quieren hacer trabajar a los aliens y los humanos en un mismo equipo contra otros aliens más evolucionados. La verdad es que me pareció floja la trama, con muchos huecos y vueltas que simplemente no funcionan. Entonces, ¿qué tiene de bueno "The Predator" que este tipo le puso dos estrellitas? Sólo el hecho de que nos permite ver un diseño más moderno de la genética de los monstruos y su equipamiento de caza, a la vez de que nos muestra varias escenas de acción gore que sí están en línea con las entregas anteriores y que son disfrutables. No le encuentro mucho más que resaltar. Otra decepción sumada a la saga.
Espero que por el bien de su popularidad, la dejan descansar al menos unos 20 años o hasta que alguien realmente tenga una idea buena y original para traerla nuevamente a la vida.