Sangre a borbotones
Todo vuelve a empezar en esta segunda parte que comienza cuarenta y ocho horas después del final del film original. Sarah (Shauna MacDonald) despierta en un hospital luego de haber sobrevivido a una experiencia traumática en el corazón de la montaña. Ahora es empujada por el comisario Vaines (Gavan O´Herlihy) para regresar a la cueva, enfrentar sus miedos y encontrar al resto del grupo.
Con cambio de timón, Jon Harris (montajista de la primera) se coloca detrás de cámara y entrega un producto que si bien pierde el impacto del anterior, se las arregla para mantener en vilo al espectador a lo largo de noventa minutos.
Con la "reaparición" de un personaje, la película alterna inserts con imágenes ya vistas y pone a los personajes cara a cara con la oscuridad, la claustrofobia y con criaturas voraces.
Sangre a borbotones, un chiste sobre los norteamericanos y el uso de las armas (que causa aquí el desastre); un grupo de rescate dividido y convertido en presa; recuerdos de infidelidad y un montaje vertiginoso que no da respiro, son los resortes narrativos de este film inglés sólo para fanáticos de situaciones extremas (taladro incluido). Todo queda listo para la tercera...