Cuesta abajo
Si bien ya transcurrieron casi 5 años de la primer parte, para la trama argumental de esta continuación tan solo unos dias y horas, esta segunda parte está ahora a cargo -en la dirección- del anterior montajista: Jon Harris, y retoma la aventura a lo desconocido de internarse en las entrañas de la tierra, en el corazón mismo de los increibles Apalaches, lo cual implica un grado de atención más amplia, ya que si uno vió la primer parte sabe de lo que aguarda a los mortales humanos, allí abajo en lo profundo.
Aquella que se salvaba en la primera parte: Sarah (la bella Shauna Macdonald), es ahora casi obligada a conducir a un grupo de salvataje, que irá en busca de su anterior grupo de aventureras y osadas amigas, a ver si alguna ha quedado con vida.
Claro que con otra vuelta de tuerca, algún chiste escatológico, y hasta alguna sopresa inimaginable, y un manejo del género de terror que se hace llevadero y disfrutable.
No mucho más se le puede pedir a un producto que tiene el objetivo de entretener, y que dentro de todo está por fuera de tanta y tanta pedorrada fílmica que se ofrece tan seguido en las carteleras de los cines actuales, dentro de las posibilidades de este bastardeado género fílmico.