Ambigua historia entre el policial y el drama pasional gay
La playa que rodea un lago y el bosquecito cercano son las únicas locaciones de una película que se queda a mitad de camino entre el drama pasional, el policial y el cine de autor con aspiraciones existencialistas. De todos modos, lo que es seguro es que como cult movie de temática gay podría ser toda una sensación, a pesar de que, aun en este sentido, ofrece lecturas ambiguas.
Lo más interesante es el énfasis en describir la interacción entre la fauna gay que asiste a la costa de un lago a conocer amantes ocasionales en encuentros que mantienen entre los arbustos del bosque. La libertad y tranquilidad absoluta que en principio puede brindar un lugar donde los hombres pueden tomar sol y nadar desnudos pronto revela ciertos conflictos, celos y costumbres no siempre armoniosas ni compartidas por todos., E incluso, en determinado momento, el asunto incluye también el homicidio.
Justamente, el conflicto esencial del film es la pasión que invade a un joven ex verdulero que, aun sabiendo que su nuevo amante es un asesino, no puede dejar de mantener esos fogosos encuentros furtivos, y sólo en determinado momento le recrimina no poder llevar esa relación a un plano más franco y romántico, que incluya un mayor compromiso.
El estilo estático de Alain Giraudi no ayuda mucho. Hay una obsesión por las tomas largas de paisajes, alternando el lago, los árboles y el cielo que no imprimen ni ritmo ni intensidad al drama, lo que el director relega casi exclusivamente a las escenas sexuales, algunas realmente audaces y en un par de ocasiones directamente explícitas. Otras veces, las escenas más fuertes oscilan entre lo sórdido y el erotismo más edulcorado, con siluetas besándose en la puesta de sol, y sonidos de gemidos amorosos animando estéticas postales del brillo del sol sobre las aguas del lago.
Pese a estos cambios conceptuales lo mejor es la fotografía, mientras que las actuaciones son muy esquemáticas y algunos diálogos son dignos de una telenovela. Luego de estirar demasiado las cosas, el desenlace se desencadena abruptamente y de un modo más pretencioso y menos convincente que las escapadas hacia los arbustos, que sin dudas es donde el director decidió concentrar toda la acción de su película.