En el fondo del lago
Un verano cualquiera, a la orilla de un lago entre arena y rocas, descansan los cuerpos al sol de un grupo de hombres en busca de compañía, sexo y tranquilidad.
La historia gira en torno a tres personajes: Henry, un sujeto deprimido y solitario, que pasa gran parte de sus vacaciones en la playa observando a quienes lo rodean pero sin entablar ningún vínculo con nadie, Franck, un atractivo joven gay, y Michel, un misterioso personaje de cuerpo bronceado y atlético. El desconocido del lago hace referencia a cada uno de los tres personajes mencionados, ninguno conoce demasiado al otro, así como nosotros tampoco sabemos nada de sus cotidianeidades, de sus familias, ni de sus intereses.
La película va cambiando el tono a lo largo del metraje, comienzo como una historia intimista y se va transformando en un thriller donde el aire se ve enrareciendo de a poco. La ausencia de música y el sonido ambiente aporta la potencia suficiente para hacernos sentir parte de ese hábitat veraniego, plagado de zumbidos de moscas y del sonido calmo del viento. Es interesante la oposición entre la densidad y la liviandad, como si por debajo de la aparente tranquilidad hubiera una explosión contenida y latente; la calma que antecede a la tormenta. Y la brisa suave se va convirtiendo en nubes negras.
La playa es la única locación de la historia; el lago y el bosque son los únicos lugares en donde los personajes parecen ser ellos mismos (con todo lo que esto implica). Su rutina consiste en llegar en auto, estos vehículos parecen ser una extensión de ellos mismos que esperan pacientemente durante todo el día hasta que sus dueños regresan. Luego se dirigen caminando hacia la playa, se recuestan en sus toallas, desnudos sobre la arena caliente, nadan, se miran, se saludan y cuando los ojos se cruzan durante un tiempo suficiente, van al bosque de a dos (o de a tres) para que los árboles y la vegetación los resguardan de las miradas ajenas. El deseo desborda, tanto que muchas veces no importa nada más que eso. Sí, nada. Henry y Franck dialogan, son los únicos sujetos en donde la tensión sexual no se vislumbra, aunque quizás corre por debajo, silenciosa. Pero la relación entre Franck y Michel es todo lo contrario.
El lago es testigo de las desventuras amorosas, de las risas cómplices, de las soledades y de la miseria humana. Todo se circunscribe a esa cristalina agua estancada y a la imagen reflejada que les devuelve a esos hombres. Ellos se hunden, se refrescan, se unen como si no existiera vida más allá de ese lugar. Pero la tranquilidad es alterada por un hecho que sólo Franck presenció, escondido desde la oscuridad del bosque. El conflicto está planteado, pero parece que hay cosas que son más convenientes dejarlas de lado. ¿Pero realmente se puede hacerlo?
El desconocido del lago es una historia que va creciendo de a poco, el suspenso va tomando protagonismo, y estos desconocidos van mostrando cada vez más las formas de su personalidad y sus reales intenciones. Definitivamente una película en la cual sumergirse.