Dramatismo puro reflejando sutiles conflictos de pareja
Las mujeres cuando ven un cambio notable en la actitud, costumbres o aspecto físico de sus maridos en general aciertan con sus sospechas, y este relato observamos que no es la excepción a la regla.
El director sur coreano Hong Sangsoo aborda una vez más el tema tan conocido de una mujer que intuye respecto de que su esposo tiene una amante, pero que él niega rotundamente tal situación.
La particularidad es que aquí la historia es tratada desde el punto de vista del protagonista, el Jefe (Hae-hyo Kwon), que tiene una editorial de libros, porque su esposa, Haejoo (Yunhee Cho), aparece sólo en un par de escenas, pero provocan unos fuertes cimbronazos que sacuden el ritmo parsimonioso del relato.
Filmada en blanco y negro, cuenta la vida de una persona que edita libros y tiene una secretaria más joven que él de la que se enamora, Lee Changsook (Sae-byeok Kim), quien en un momento no soporta que el Jefe no abandone a su esposa y renuncia. Entonces el editor contrata a otra chica, Areum (Min-hee Kim), que dura un solo día en el trabajo porque vuelve arrepentida la amante y la suplente no tiene lugar.
El protagonista es el que lleva el peso del relato. Casi todas las escenas son diálogos por él con sus chicas en su casa, la editorial. o un restaurante. La calle se utiliza poco, son zonas de transición que desembocan luego en interiores para estar sentados y charlar.
Con Areum filosofan sobre la vida, pero con Changsook hablan sobre la pareja, bajo los efectos del alcohol, y sus conversaciones son más profundas.
Ante los momentos más dramáticos suena siempre una misma melodía, lo que acentuar más el trance por el que están pasando. Él no se siente el galán de la historia sino que sufre lo que está pasando. Se encuentra presionado y no sabe como actuar..
Realizada con innumerables flashbacks, hay que seguir la narración con mucha atención porque durante una misma secuencia se mezclan el presente y el pasado, por lo que el espectador puede llegar a confundirse.
El film tiene un dramatismo puro. Los diálogos están bien estructurados y prevalecen por sobre las acciones. No se necesita nada más para reflejar una narración de relaciones de pareja, sus encuentros y desencuentros, tanto con la mujer oficial como con la amante. Muchas veces lo que puede ser una aventura amorosa, una viveza para comentar con los amigos, puede resultar una tortura y los daños provocados pueden ser inimaginables.