En 2017 el prolífico y talentoso director coreano estrenó, además de este, otros dos largometrajes como En la playa, sola de noche y La cámara de Claire. Más allá de que todos se han exhibido en distintos festivales y muestras locales, solo El día después se estrena, a cuatro años de la llegada al circuito comercial de En otro país. Se trata, entonces, de un evento cinéfilo y, por eso, este lanzamiento en los cines argentinos cuenta con el auspicio de OtrosCines.com
El más reciente de los tres largometrajes presentados este año por el maestro coreano, rodado en blanco y negro y en el crudo invierno coreano, tiene como protagonista a un crítico literario y dueño de una pequeña editorial que se debate entre la desgastada relación con su impulsiva esposa, una vieja amante que desaparece un tiempo y una joven que ingresa como empleada a su empresa.
Con pocos y largos planos secuencia (su marca de fábrica), con el aporte de sus maravillosos intérpretes para sostener extensos diálogos entre comidas y alcohol, la película expone la inseguridad, las contradicciones (la cobardía) de este hombre rodeado por tres mujeres.
Como los grandes artistas, Hong hace fácil lo difícil. En tiempos de cine solemne, de cortes permanentes, golpes de efectos y mucha posproducción su cine fluye con ligereza aun cuando los conflictos puedan hacer que los personajes -como en este caso- griten y lloren en varios pasajes.
Dueño de un mundo propio y de un estilo reconocible que ha marcado a muchos colegas (basta ver las últimas películas de Claire Denis y Philippe Garrel también presentadas en Cannes 2017 para comprobarlo), Hong se posiciona como la antítesis, el antídoto perfecto frente a ese cine del sadismo y la crueldad que abundaron este año en el principal festival del mundo. Por supuesto, los premios fueron para esos otros...