El cine de Hong Sang-soo (“In Another Country”, “Yourself and Yours”) es quizás muy personal y autorreferencial. Esto hace que sus películas sean únicas, distinguidas y aclamadas por la crítica. Sin embargo, de vez en cuando su obra puede tornarse repetitiva y pretenciosa.
Como es de costumbre, la trama girará en torno al amor, el engaño y la crisis existencial de los protagonistas que atravesarán un largo camino repleto de conversaciones que mezclan situaciones cotidianas con pensamientos filosóficos. Dichas charlas se distinguen por su ingenio y por la forma en la que están narradas. Habitualmente, Sang-soo recurre a los planos largos que alternan zooms y paneos respecto a la persona que está hablando y las reacciones de los interlocutores. Su brillantez a la hora de hacer atractivas dichas interacciones a veces se ven opacadas por ciertos momentos poco verosímiles y por la continua incidencia en el adulterio.
Los personajes están llenos de grises y presentan psicologías bien definidas, eso los vuelve completamente tridimensionales e interesantes, logrando que las imágenes, que ya de por sí estaban embellecidas por un blanco y negro hipnótico, pero poco justificado, se vuelvan aún más magnéticas y atractivas.
El relato nos cuenta la historia de una mujer que empieza a trabajar en una editorial. En su primer día se verá envuelta en la aventura amorosa de su jefe, cuando su esposa la confunda con la amante, una ex empleada con la que acaba de romper relación y vínculo laboral.
Además de una lograda fotografía y un buen manejo de la cámara, otro interesante recurso narrativo en el que incurre el autor tiene que ver con la mezcla o alternancia de las líneas temporales. Si bien la mayor parte de lo relatado tiene que ver con un solo día (el del comienzo del trabajo de la nueva empleada), también se irán intercalando con escenas donde se nos muestra la relación del escritor con la otra mujer y con su propia esposa. Es así que el director nos brindará información a cuenta gotas para ir manteniendo cierta intriga en cuanto al accionar del protagonista y del resto de los personajes. Si bien es el jefe, el hombre que se haya en una situación de poder (y tratando de hacer abuso del mismo), serán las mujeres las que tendrán un rol más fuerte y preponderante en lo que refiere a las relaciones afectuosas y/o profesionales.
En síntesis, Hong Sang-Soo nos ofrece un relato de aquellos que tanto le gusta construir. Para quienes ya lo conocen notarán muchos puntos en común con varios de sus relatos precedentes y para los que lo descubran en esta cinta se verán cautivados por una atrayente narrativa. El director surcoreano estrenó tres películas este año y quizás éste no sea uno de sus mejores trabajos, no obstante, representa una buena adición en su filmografía repleta de historias minimalistas y melancólicas donde las vueltas del destino y el azar hacen que sus personajes saquen a relucir las miserias y las fallas del ser humano.