Hong San-Soo lo hace de nuevo. Una vez más analiza las relaciones amorosas, en este caso a partir de un editor de libros que harto de su rutina familiar mantiene una relación extramatrimonial y es descubierto.
El juego que propone el director hace que inevitablemente el espectador ordene las secuencias, las que, filmadas con sus herramientas características (zoom in, corrección del encuadre, por nombrar sólo algunas) proporcionan un disfrute único y una pesquisa que trasciende la propuesta.