Demasiados datos para un solo 17 de octubre
Quien mucho abarca, poco aprieta. Acá se quiere contar la historia socio-sindical de Berisso y la socio-política de Argentina desde 1904 a 1945, y la historia del específico día 17 de octubre, a través de los relatos de don Cipriano Reyes (de un archivo de 1989), cuatro estudiosos, una veintena de participantes de aquel día, y escenificaciones encabezadas por Rubén Stella como obrero que acompaña sucesivas ideologías y Lito Cruz como muerto explicador, más irónico y didáctico que el muerto explicador que hacía en el «Sur» de Solanas. Ah, y una perlita: Amelia Bence, nada menos, cantando «De mi barrio» («Yo de mi barrio era la piba más bonita, y en un colegio de monjas me eduqué») en la representación de un cabarute de los 30, la época en que ella empezó su carrera.
El problema es que para poner todo eso hay que sacrificar muchas cosas: de los diversos hechos históricos sólo se dan unos pantallazos simplificadores, el tango está editado, y, peor aún, los testimonios de los viejos protagonistas del 17 parecen proporcionalmente pocos, nos dejan con ganas. Se pudo hacer un señor montaje de emoción creciente sólo alternando sus respectivos relatos, que incluyen la épica, el coraje, el orgullo, la picaresca, las anécdotas curiosas, hasta la tardía confesión de vandalismo por parte de alguien que entonces era apenas chiquilín.
Ahí están registrados el obrero escritor, deportista y luego primer comisionado Raúl Filgueira, el Tata Alfredo Daiube, Daniel Solano Tunstall, Rubén Salerno, que terminó a cargo del viejo Bar Anglo-Argentino de los padres de Lito Cruz, donde se filmaron algunas escenas, en fin, los grandes anónimos de la historia coral de aquel día que fue posible gracias a ellos, a la punta de lanza que formaron los obreros de Berisso.
La película tampoco cuenta qué fue de ellos. Una pena. En cambio, tiene el mérito de haber abierto una brecha, o más de una. Además es una producción enteramente berissense, y ya hay otra, una ficcional muy interesante basada en esos mismos asuntos: «Cipriano. Yo hice el 17 de octubre», de Marcelo Gálvez, que aquí hace la cámara y cede su archivo con la entrevista que hizo en 1989 al verdadero líder de aquellas jornadas. Porque entonces la gente gritaba «Reyes y Perón, un solo corazón». Pero después, de 1948 a 1955, lo tuvieron preso.