Nuevo intento del creador de Borat. ¿Se queda a mitad de camino? ¿Falla estrepitosamente? ¿O logra su objetivo? Aca te lo contamos.
A camello regalado…
El dictador, esta basada en una premisa muy simple. Dictador malísimo, déspota y tirano, que en el fondo solo quiere amor.
Con una trama super simplificada, Sacha Baron Cohen construlle este personaje desde el absurdo y su habilidad para poder decir cualquier cosa en pantalla. Y cuando digo cualquier cosa, digo CUALQUIER COSA. Humor negro, humor racista, humor clasista, humor machista, todo el abanico de colores esta representado. Quizas es por eso que nadie debería sentirse ofendido, ya que la ametralladora de insultos gratis y ofensas al por mayor, no perdona a nadie. O sea, no es personal. Sabemos que Sacha Baron Cohen fue criado en el seno de una familia judía, y es el primero en reírse de su colectividad, como en Borat. Aquí en El Dictador, como antes dije, NADIE se salva.
Todo tipo de risas
Asi es, provoca todo tipo de risas, porque los chistes corren irregular suerte, desde chistes malísimos que a uno lo incomodan en la butaca, donde reina el silencio y la vergüenza ajena, a chistes donde la sala entera estalla en una carcajada. De nuevo, todo el abanico esta representado, con chistes que funcionan en mayor o menor medida.
Anna Faris complementa muy bien al General Aladeen. Compone a una vegana con mas pelos en la axila que Ruben Peucelle. Y el contrapunto de alguien tan diametralmente opuesto con un general déspota, funciona.
Nuestro “querido” personaje, se ve victima de una traición, y es dado por muerto tras un secuestro, es reemplazado por un doble, que quiere firmar la “malvada” constitución de su país, para que la “diabólica” democracia le saque el poder político al régimen tiranico.
El general Aladeen, intentara por todos los medios que su querido país siga bajo su mando de hierro.
De trama no mucho mas que eso… Y tampoco lo necesita.
El Discurso
Hay en un momento de la película, hacia el final, un discurso de El Dictador hacia las naciones unidas, en el cual defiende el modelo de Tirania desppota y enumera todas las cosas que un tirano puede hacer. Al hacerlo, cada uno de los ítems es algo los Estados Unidos como nación cumple al pie de la letra. Se nota que toda la película fue construida en torno a este discurso. Que es la única parte “seria” de la película. No seria por la escena en si, si no seria, porque a uno que esta mirando, a medida que Aladeen enumera las cosas, se le va borrando la sonrisa de la cara. Tremenda y furibunda critica al modelo norteamericano.
Conclusion
Como comedia, El Dictador, funciona bien. Con altos y bajos, saca mas de una carcajada, lo cual no es poco. No aventaja a su imediata competidora, “Los Tres Chiflados”, por lo cual ambas son opciones viables para las vacaciones de invierno.
El humor incorrecto, el reírnos de lo que no deberíamos, siempre tiene un plus de atractivo, Aladeen dice muchas cosas que la gente suele pensar y por decoro no dice. Y a veces deberíamos. Sin llegar a los extremos mas racistas del personaje de Baron Cohen, si deberíamos reírnos mas de algunas cosas. Esta es la oportunidad perfecta para hacerlo.
No le sobra nada, es cierto, pero cuando se lo propone, hace reir.