Yo soy tu amigo fiel
Ha llegado a nuestras carteleras la principal candidata a arrasar con los próximos Oscars, El Discurso del Rey.
La historia de este film está basada en hechos reales y se centra en la dificultad que tiene para hablar el hijo del rey Jorge V. A dicha dificultad se la denomina tartamudeo, y es un escollo difícil de superar para el Duque de York, que lo enfrenta a diversas frustaciones que debe soportar al no poder expresar correctamente los discursos públicos, y a un sinfín de experiencias negativas con los distintos especialistas que visita para mejorar su terrible dicción.
Cuando todo parecía perdido y el duque estaba dispuesto a no tratar más su problema, su mujer Elizabeth encuentra a un terapeuta del lenguaje llamado Lionel Logue, que lo someterá a un raro tratamiento. Luego de un comienzo rodeado de desconfianza y momentos agridulces Bertie (así lo llama su familia y su terapeuta) y Lionel comienzan a forjar una amistad que con el pasar del tiempo se volverá inquebrantable.
El conflicto se da cuando el padre de Bertie muere y su hermano renuncia al trono, dejándolo a él a cargo del reino y del discurso que iniciará la guerra de Gran Bretaña contra Alemania, con todas las responsabilidades y presiones que eso conlleva.
Si se quiere resumir podríamos decir que El Discurso del Rey cuenta la historia de un rey que es tartamudo, lo que dificulta sus expresiones en los discursos públicos. Básicamente es esa la historia y no hay muchas relecturas posibles, más allá de la amistad con su terapeuta y otras cuestiones menores. Ahora bien, ¿acaso eso es un pecado? ¿Qué una película no muestre segundas intenciones o mensajes ocultos hace que sea una mala película? No, por supuesto que no, pero lo pregunto porque pareciera que contar una historia sencilla fuera una mala palabra. Una película es mala cuando quiere contarnos algo y no logra su cometido y es justamente lo contrario cuando nos cuenta una historia -sencilla o compleja- con absoluto éxito. Obviamente que hay matices y no toda película que logre llevarnos su mensaje será excelente, pero al menos si será una buena película y El Discurso del Rey entra con creces en esa categoría.
Ahora si vamos a críticar a El Discurso del Rey porque es la principal candidata a llevarse el Oscar y porque pareciera que fue "premoldeada" para conseguirlo, eso es saco de otro costal. Aquí este servidor se dedica a comentar y analizar las cuestiones que se "ven en la película" y no las cuestiones que "hacen a la película". Los prejuicios deben dejarse en la puerta del cine, aunque a veces lograrlo cueste demasiado.
Sin dudas lo que magnifica y eleva a El Discurso del Rey son las brillantes actuaciones de su elenco encabezado por un majestuoso Colin Firth. Firth lleva adelante una personificación inmensa, dotada de un gran realismo, que logra que uno se sumerja en las profundidades de su personaje, sufriendo y padeciendo su terrible tartamudeo.
Por otra parte tenemos a un genial Geoffrey Rush, que junto a Firth conjuga una química llamativamente graciosa y amigable, mientras que por último encontraremos a Helena Bonham Carter que logra una caracterización donde la naturalidad con la que afronta los males de su marido es su don más destacable.
Por último no queria dejar de destacar la hermosa música clásica que subraya y enaltece muchas secuencias de esta película.
El Discurso del Rey es una buena película potenciada por las grandes actuaciones de sus protagonistas, algo que en estos tiempos no es poco.