“El Encuentro de Guayaquil”, basada en la obra de teatro homónima de Mario “Pacho” O’Donnell, narra la histórica reunión entre José de San Martín y Simón Bolívar, en tierras ecuatorianas.
Desde un punto de vista, desde los sucesos, puede ser vista como de corte netamente revisionista, presenta al General san Martin en el contexto de verse sin recursos suficientes para revertir la situación militar del Perú, viendo cómo se debilitaba su posición política en Lima, recurre a Bolívar, quien tenía un fuerte respaldo político y militar.
La película intenta recrear, ficcionalmente, la conversación secreta que mantuvieron en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, los días 26 y 27 de julio de 1822, tratando de desentrañar sobre qué hablaron los dos grandes héroes latinoamericanos. Y de esta forma, poner de relieve el pensamiento de estos hombres.
Para ello el director recurre a la estrategia de ir construyendo su relato con cortes temporales, utilizando el recurso del flashback para dar cuenta de cómo cada uno de estos personajes llega a la reunión cumbre.
El problema no es lo que cuenta, ni la forma, ni el contenido, la idea en si misma hasta es interesante, todo se deteriora a partir del ensamble general.
Pues desde la mirada más humana de los personajes en si mismos, la intención primaria de mostrarlos humanos, con virtudes y defectos, se da de bruces con las actuaciones, en este rubro sólo cabe destacar las de Arturo Bonin, Ruben Stella y Pablo Echarri, éste último encarnando al militar argentino.
Salvo los nombrados, hay una sensación constante de presentir que casi todos los diálogos están siendo recitados, lo cual se torna intolerable.
Sumándole la grandilocuencia presente de manera inquebrantable, el diseño de sonido, principalmente la banda musical, que si su intención fue la de crear climas en conjunción con las imágenes, sólo logra malestar en el público.
Lo único destacable de toda esta producción, sea la dirección de arte, tanto el vestuario como los espacios en que se filmó, conjuntamente con la dirección de fotografía que cumple con el cometido de que se vea lo que se muestra es muy poco, en principio por a quienes representa, y segundo porque los años invertidos en investigación para la producción no se notan