Una familia desunida
El enemigo interior (Me’Ever Laharim Vehagvaot, 2016) es una película dramática israelí dirigida y escrita por Eran Kolirin. El reparto está compuesto por Alon Pdut, Mili Eshet, Shiree Nadav-Naor, Noam Imber y Yoav Rotman. Fue presentada en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes.
David Greenbaum (Alon Pdut) está desconcertado: después de 27 años en el ejército, no sabe cuál es su lugar en el mundo. Con su familia casi ni charla, cada uno está en la suya y nadie es capaz de compartir sus propios problemas. Gracias a la sugerencia de un amigo, David empieza a trabajar vendiendo suplementos alimenticios. Sin embargo no le va muy bien, lo que acarreará que una noche conduzca hasta unas colinas y se ponga a disparar a la nada misma. Lo que no sabe es que en ese lugar no está solo.
De acuerdo a la sinopsis, pareciera que la película se enfoca en David y sus problemas para reinsertarse en una sociedad israelí que a toda costa quiere buscar el éxito profesional. No obstante, la película hace hincapié también en el momento que atraviesa su esposa Rina (Shiree Nadav-Naor), profesora que comienza a tener un affaire con uno de sus jóvenes alumnos, y en su hija adolescente Yifat (Mili Eshet), que supuestamente se relaciona con terroristas, usa un pañuelo con tinte político y asiste a manifestaciones.
Como se puede ver hay varias historias para narrar. El tema es que la película no está dirigida a un público general, por lo que sólo puede ser disfrutable para aquellos que conozcan la historia de Israel y cómo es la vida allí en la actualidad. Si no formás parte de este grupo, aunque solo dure 90 minutos el film se te hará pesado por no saber a qué quiere apuntar, aparte de tener cortes abruptos de escena tras escena o momentos que duran más de lo necesario.
Hay una situación en particular que termina en un accionar sumamente violento y muchas más que quedan sin resolver, como si los personajes no necesitaran pagar las consecuencias por sus terribles hechos. Aunque en el comienzo el interés se mantiene ya que uno quiere saber en qué acabará cada conflicto, el desenlace hecha todo por la borda.
El enemigo interior, que en realidad su título original sería Más allá de las montañas y las colinas, sale bien parada al mostrar tanto los demonios como los deseos internos de cada integrante de la familia Greenbaum. Una lástima que el desarrollo no esté a la altura, como sí lo estaba el representar que debido a los celulares durante la cena, la comunicación no es posible.