La unión hace a la fuerza
“El escándalo” (Bombshell, 2019) es un drama biográfico dirigido por Jay Roach y escrito por Charles Randolph. Protagonizado por Charlize Theron, el reparto se completa con Nicole Kidman, Margot Robbie, John Lithgow (Winston Churchill en “The crown”), Kate McKinnon (Mi ex es un espía), Mark Duplass (The morning show), Malcolm McDowell, Liv Hewson (Si no despierto), Brigette Lundy-Paine (Atypical), Rob Delaney, Alanna Ubach, Ben Lawson, Josh Lawson, Allison Janney, entre otros. La cinta obtuvo tres nominaciones a los premios Óscar, alzándose con la estatuilla de “Mejor Maquillaje y Peluquería”.
Luego del debate presidencial previo a las elecciones estadounidenses, muchas personas deciden ponerse en contra de Megyn Kelly (Charlize Theron), abogada y presentadora de noticias del canal Fox News, la cual tuvo la oportunidad de cuestionarle a Donald Trump sobre su conducta para con las mujeres. Cuando la periodista Gretchen Carlson (Nicole Kidman) recurre a sus abogados para demandar directamente al jefe de la cadena Roger Ailes (John Lithgow) por su repetitivo comportamiento inapropiado hacia el género femenino, será cuestión de tiempo para que unas cuantas más se animen a contar lo que vivieron. Sin embargo, todos los testimonios de acoso sexual que llegan después del de Gretchen son de casos que sucedieron antes de que Roger estuviera al mando de Fox News. Con un notable silencio por parte de Megyn Kelly, aparte de las múltiples mujeres que decidieron defender a capa y espada a Roger, Gretchen no perderá las esperanzas y esperará que sus colegas se unan para derribar al hombre más poderoso de la televisión.
Ambientada en 2016, durante los inicios del movimiento #MeToo, “El escándalo” es un filme tan importante como necesario. Con un comienzo en el que se nos explica de qué se ocupa cada piso del edificio que alberga a la clase dirigente más conservadora de Estados Unidos, la película pronto nos dará a conocer a uno de los jefes más despreciables del planeta: Roger Ailes. Gracias a la gran interpretación de John Lithgow, como espectador seremos testigo de su abuso de poder, su marcado egocentrismo, sus comentarios fuera de lugar que hace pasar como “bromas” y, por sobre todo, su manipulación para que las mujeres hagan lo que él les diga ya que de lo contrario perderán su trabajo o se les reducirá el contrato.
Charlize Theron está realmente irreconocible en su rol de Megyn Kelly. La increíble transformación para que la actriz luzca como la real Kelly está tan bien lograda que uno llega a pensar que la que está actuando no es Charlize. Por otro lado, el peinado de Nicole Kidman consigue ser parecido al de Gretchen Carlson. Las dos tienen sus momentos para brillar, sin embargo con la que más llegamos a conectar es con Margot Robbie en el papel de Kayla, un personaje ficticio creado para representar a las demás mujeres que sufrieron acoso en horario laboral por parte de Ailes. Con peluca y bastante maquillaje, Margot Robbie tiene una de las escenas más incómodas e impotentes de ver, en donde todas las decisiones fueron acertadas: hay silencio absoluto y la cámara sabe en qué enfocarse para hacernos sentir junto a ella la vergüenza, miedo y dolor que está atravesando.
Pero “El escándalo” no solo pretende mostrarnos la repudiable conducta machista de Ailes, sino que también busca hacernos tomar consciencia de las consecuencias que acarrea el silencio para las futuras trabajadoras (en este caso, Kayla). Además, resulta impactante ver como la mayoría de mujeres decide apoyar al victimario sin dudarlo, por el simple hecho de estar en el equipo “correcto” para no perder el empleo. Lamentablemente, son muchísimas las personas que se muestran escépticas ante las demandas por acoso sexual hasta que lo viven en carne propia.
A pesar de que al guión en un principio le cuesta ir al grano, aparte de que nos vamos a quedar con las ganas de ver interactuar a estas tres mujeres (solo tienen una escena juntas en un ascensor pero no hablan entre sí), “El escándalo” cuenta con buen ritmo e interpretaciones para que nos embarquemos de lleno en esta historia real que deja claro que, siempre, lo mejor es alzar la voz y no hacer oídos sordos cuando alguien cercano a uno sufrió una situación de acoso.