"El escándalo": El “Me Too” antes del #Me Too
La nueva película de Jay Roach aborda las acusaciones de acoso sexual que trabajadoras de Fox News, incluidas varias de sus estrellas, realizaron contra quien fuera su socio fundador y director, Roger Ailes.
El “Mee Too” antes del #MeeToo. Así podría definirse a El escándalo, la nueva película de Jay Roach basada en las acusaciones de acoso sexual que distintas periodistas y trabajadoras del canal de noticias Fox News (incluidas varias de sus estrellas) realizaron contra quien fuera su socio fundador y director, Roger Ailes. Esta historia ha sido fundamental en la batalla por la igualdad de oportunidades y derechos que en la actualidad las mujeres llevan adelante, no solo en los Estados Unidos. El caso es emblemático porque ocurrió un año antes de las acusaciones contra Harvey Weinstein, cuyo caso fue más mediático porque se trataba del hombre más poderoso de Hollywood.
Pero si de poder se trata, Roger Ailes estaba mucho más arriba. Miembro prominente de la clase más conservadora de su país, Ailes fue asesor directo de Richard Nixon, Ronald Reagan, George W. Bush y Donald Trump en las campañas presidenciales que los llevaron directo a la Casa Blanca. Creador de un imperio periodístico como socio y brazo ejecutor del magnate de los medios Rudolph Murdock, Ailes era uno de los hombres más poderosos de los Estados Unidos. Hasta que las mujeres que durante años fueron víctimas de sus acosos y abusos se cansaron.
El escándalo es una de esas películas en la que la información es tan abundante que se necesitan varias escenas para establecer el contexto y ayudar a que el espectador desinformado se ponga al corriente. La narración transcurre en 2016 y arranca pocos meses antes de que la primera acusación contra Ailes tomara estado público. La atención se centra en tres personajes, dos de ellos inspirados en personas reales. Se trata de Gretchen Carlson y Megyn Kelly, periodistas estrella de la cadena que representaban a la perfección el rol de rubias, bonitas e inteligentes que el propio Ailes había convertido en una marca registrada de Fox News. Kelly, la más joven de ellas, se encontraba en la cresta de la ola tras haber moderado el debate republicano previo a que Trump se convirtiera en el candidato de su partido. La carrera de Carlson en cambio venía cayendo y ella suponía que por negarse sistemáticamente a las insinuaciones de Ailes. Y cuando es despedida por el canal, al fin se decide a demandarlo. El tercer personaje es pura ficción, una periodista más joven que simboliza a las víctimas anónimas.
Nicole Kidman, Charlize Theron y Margot Robbie se lucen en sus interpretaciones, del mismo modo en que lo hace el extraordinario John Lithgow en el papel de Ailes. Es cierto que El escándalo consigue sostener la tensión a pesar de que el final es conocido. Sin embargo tiene algunas dificultades, sobre todo al comienzo, para organizar las toneladas de información que va lanzando. Algo parecido a lo que ocurría con La gran apuesta (2015), la película dirigida por Adam McKay con la que comparte al guionista Charles Randolph, ambas multinominadas a los Oscar.
Como en aquella, acá también las protagonistas varias veces necesitan entablar un diálogo con el público y recurren al truco de hacerlo hablando directo a cámara para explicar qué es lo que pasa, quiénes son los personajes que aparecen y por qué son importantes. En la misma línea, El escándalo por momentos también peca de cierta candidez simbólica y de una abundancia de explicitud que hacen que la película se ponga un poco obvia. Es cierto que estos excesos tal vez sirvan para potenciarla como objeto de denuncia, para ilustrar las situaciones de violencia a las que las mujeres están expuestas de forma cotidiana. Pero también es posible que estos mismos elementos la debiliten en su carácter de narración cinematográfica.