El escándalo: Una película importante.
El cine siempre tiene como función primordial la de entretener al espectador. Se puede hacer llorar, reír o simplemente solazar. Pero si hay algo que las buenas películas tienen en común; y es que logran entrar directamente en el alma de la persona que las ve. ¿Es «El escándalo» una de esas grandes obras?
Esta película cuenta la caída de uno de los acosadores sexuales más importantes de los últimos años. Roger Ailes, el fundador y presidente de Fox News. La historia resulta fuerte e interesante de retratar desde la decisión de llevarla a la pantalla grande, pero no queda relegada en lo absoluto a ser simplemente una buena historia. Su cinematografía se divide quizás en lo que sería dos grandes formas de contar los sucesos.
La primera es quizás la más fallida de todas; tenemos un intento de narrador en primera persona que por momentos rompe levemente la cuarta pared y simplemente resume lo que está pasando. Esto se puede entender más viendo que el guionista de este film es Charles Randolph, conocido por escribir entre otras historias, la de «The Big Short«, dirigida por Adam McKay (Vice, Anchorman). Esta forma de narrar, que bajo el mando de McKay queda muy bien y le da un ritmo genial al relato, queda algo trunca en «El escándalo«, pero por suerte, no sucede en demasiadas ocasiones y termina resultando más una nota al pie que una preocupación real.
En cambio, en la segunda forma radica totalmente el peso dramático del relato y toda su calidad. Con un poderío visual, el director Jay Roach (que viene de hacer comedias como «La familia de mi novia» o «Austin Powers«) genera situaciones y momentos sumamente cinematográficos. Todo lo que aparece en cuadro tiene un segundo significado, cada encuadre tiene un porqué y, a pesar de no generar imágenes icónicas, logra acompañar el guion muy bien.
Para completar el buen relato, la película reúne un elenco de un nivel altísimo y que, dicho sea de paso, logran un desempeño totalmente a la altura de sus nombres. En el rol protagónico se encuentra la camaleónica Charlize Theron, que resulta prácticamente irreconocible gracias a un gran trabajo de maquillaje. Equipo de maquillaje que, dicho sea de paso, se llevó hace unas semanas un premio Oscar por dicha categoría. Su personaje, y las dudas que tiene en consecuencia, son un gran punto a favor y una gran ayuda para narrar esta historia.
Luego, en los acompañamientos secundarios, nos encontramos como figuras como Nicole Kidman y Margot Robbie. Estos personajes son cruciales y están interpretados adecuadamente. Quizás sorprende en mayor medida el caso de Margot Robbie, quien no para de demostrar su rango actoral tan variado en películas como «Once Upon a Time in Hollywood«, «Harley Quinn: Birds of Prey» o «The Wolf of Wall Street«, y logra gracias a esto anotarse en la lista de una de las actrices más prometedoras y con mayor potencial del mundo hollywoodense. Para finalizar, tenemos también un destacable rol de John Lithgow interpretando al presidente de Fox News, Roger Ailes. Quizás este sea el personaje menos cuidado de esta lista de destacables, gracias a caer algunas veces en la sobreactuación, pero su personaje llega a costados sumamente desagradables y el actor tiene bastante mérito en esto. Todas estas actuaciones, igualmente, están apoyadas en una dirección muy clásica en sus formas, siendo una propuesta invisible, fácil de digerir y dando espacio para que los actores muestren su talento.
Lo que no es fácil de digerir es lo fuerte que resulta la historia que cuenta la película. Quizás si uno está más al tanto del resultado final que sucedió en la vida real, es decir, si uno conoce los detalles del caso con anterioridad, no se influenciará tanto. Pero, si se desconoce totalmente lo que pasó, o vagamente como es el caso del que les escribe, se encontrará con algo extremadamente fuerte. Es en esta emoción donde se esconde la real intención de toda la película. En un tono prácticamente documental, «El escándalo« narra de una forma muy clara lo que sucedió en Fox News. Tiene como objetivo final, el de generar conciencia. Luego es cierto, hay una película detrás, existe un guion con diálogos cuidados y con una estructura pensada. Pero, todo lo cinematográfico resulta una excusa de algo mayor. Al terminar su visionado, te deja una sensación difícil de describir más que con una palabra algo pretenciosa pero sumamente específica para este caso. Una sensación importante.