Polanski es un avezado constructor de atmósferas y el suspenso es el mismísimo aire que le da vida a sus películas. Desde aquel genial "El bebé de Rosmary". A veces, la atmósfera está acorde con la realidad de lo que se cuenta y de lo que se oculta y otras veces, los caminos se enriedan demasiado, tal cual ocurre en "La novena puerta", o a veces esa atmósfera es mucho más grande que el hecho que permanece oculto y está a punto de ver la luz. Tal como ocurre en el thriller político recién estrenado "El escritor oculto". Adam Lang, ex primer ministro británico, contrata a un escritor para que le ayude con sus memorias. El anterior escritor reclutado para dar forma a las memorias aparece muerto en la playa.La narración es amena, llenas de dobles lecturas y trampas lógicas, con un final rebuscado.