Roman Polanski saca lustre de gran director con este thriller político que tiene la inteligencia de pasar casi desapercibido bajo el pretexto de un triángulo amoroso en las altas esferas del poder, con grandes actuaciones de Pierce Brosnan y Olivia Williams. Un guión sólido y atrapante que juega de manera permanente con la tensión, el clima de suspenso y la ambiguedad de ciertos personajes sin hacer trampa y con un final efectivo que corona la prolijidad de una película con el sello inconfundible de Polanski...