Borrón y cuenta nueva
"James Gunn lo ha vuelto a hacer, y en el camino parece haberle traído la tan deseada gloria a DC y Warner. Si El escuadrón suicida 2, 2021 funciona, es porque su director y guionista -Gunn- se aleja lo justo y necesario de la primera entrega, y explota demencialmente toda su visión, que al fin de cuentas es la misma que parece compartir con el estudio que le dio luz verde."
The Suicide Squad, 2021. Un grupo de super villanos se encuentran encerrados en Belle Reve, una prisión de alta seguridad con la tasa de mortalidad más alta de Estados Unidos. Para salir de allí harán cualquier cosa, incluso unirse al grupo Task Force X, dedicado a llevar a cabo misiones suicidas bajo las órdenes de Amanda Waller. Fuertemente armados son enviados a la isla Corto Maltese, una jungla repleta de enemigos.
Es sin dudas, el mayor acierto y logro de la película, presentarla como un reinicio y secuela. Hay algo paradójico en esto, pero lo que genera “ese recomenzar” es que el público defraudado con Escuadrón suicida, 2016, encuentre en esta saga todo lo que faltaba en la anterior. Por otro lado, lo que mantiene de secuela reside en los personajes que decide repetir: Margot Robbie como Harley Quinn, Viola Davis como Amanda Waller y Joel Kinnaman como el Coronel Flag y en la premisa principal.
Si hay algo que aglutina todo y brinda coherencia durante los 132 minutos de duración es que Gunn consigue orden, sentido y ritmo. El filme en su totalidad es atravesado por un tono que perdura hasta el final y se transforma en su marca registrada: humor absurdo y políticamente incorrecto, desenfreno, violencia desmedida, una banda sonora que consigue que las canciones se integren al argumento de la película y una estética 100 % cómic. Directamente proporcional al delirio reinante que El Escuadrón suicida regala, resulta toda la factura técnica que despliega.
"Sin lugar a dudas estamos frente a una película pensada y ejecutada para encantar a la audiencia devota del cine de acción, super héroes y villanos de cómics."