Toda tira antigua puede ser reciclada en el mundo del comic, y ése es el caso de Suicide Squad. Creada por Robert Kanigher y Ross Andru en 1959, trataba sobre un escuadrón de humanos combatiendo amenazas mutantes y monstruos de todo tipo y color. No duró mucho - apenas 6 números - y pronto pasó al olvido, hasta que fue resucitada por John Ostrander en 1987. Fue Ostrander quien le dió la forma que todo conocemos - un escuadrón de condenados a muerte (en este caso, supervillanos de la DC) forzados a trabajar para el gobierno con la alternativa de la muerte o la reducción de sus penas -. La idea no es para nada original - son Los Doce del Patíbulo en versión comiquera - pero le era útil a la DC para tener algún tipo de justificación editorial sobre cómo era que los mas peligrosos villanos que capturaban Batman y sus amigos terminaban regresando a las calles. La tira tuvo una adaptación animada en Batman: Asalto a Arkham y ahora - en plena locura productiva desatada por la Warner Brothers para intentar manotearle algo de la torta a la Marvel, la cual obtiene criticas formidables y junta los millones con una pala - le dieron la oportunidad de llevar una versión live a la pantalla grande.
Hay tres cosas a considerar antes de entrar de lleno en la review. La primera es que Escuadrón Suicida es una secuela de Batman v Superman: el Amanecer de la Justicia. En este mundo Superman ha dejado de existir, el gobierno está asustado por la posibilidad de que aparezca alguien similar de superpoderoso (y que no tenga tan buenos modales) y está buscando la manera de hacer un escuadrón de ataque formado por metahumanos y villanos, individuos tan letales y desalmados que puedan hacerle frente a cualquier cosa y derrotarlo. Batman aparece unas cuantas veces (es el responsable de la captura de la mayoría de los villanos) y también Flash en un cameo gratuito e innecesario. El segundo punto es que es el primer filme hecho fuera de la órbita de Zack Snyder. Nada de cosas oscuras, estoicismo, Marthas de último momento y otras boberas traídas de los pelos. También responde a una enorme movida interna dentro de la Warner, en donde pusieron al comiquero Geoff Johns al frente del departamento creativo del universo cinemático DC (se dieron cuenta de que generar taquillazos a costa de películas mediocres iba a tener su costo con el correr del tiempo, sea arruinando franquicias, matando al género cinemático de superhéroes, o generando hamburguesas cinemáticas de escaso valor artístico a futuro, lo cual terminaría masacrando el prestigio de los personajes mas importantes del panteón DC), el cual está actuando de guía espiritual de los filmes que de ahora en más se produzcan, algo similar a lo que Kevin Feige ha montado en Marvel Studios. Es por eso que David Ayer se vió en apuros al crear un filme Snyderiano y después verse obligado a retocarlo a las apuradas (a pedido de Johns) para sacarle dramatismo y meterle comedia, haciéndolo mas liviano y marveliano. También semejante cambio de último momento devino en problemas de edición y coherencia narrativa, con lo cual el filme no es totalmente prolijo. El último punto es que es un filme estrictamente comiquero, infestado de tipos en disfraces. No son superhéroes (o supervillanos) en un mundo hiperrealista a lo Nolan, ni tampoco en un universo en donde los disfraces son creibles (y construídos a partir de un depurado prólogo) como en Marvel. Acá aparecemos en medio de la nada con gente maquillada y disfrazada, y sabemos que tienen semejantes actitudes bizarras por pequeños flashbacks de 5 minutos en donde se cuenta a las apuradas su historia de origen. El fan lo aceptará de entrada pero hay que ver hasta qué punto el público común (no amante de las historietas) puede comprar semejante premisa. Eso se verá en la segunda semana de exhibición al medir el porcentaje de caída de recaudación del filme, que es cuando el grueso de las críticas aflora y el comentario boca a boca de quienes la vieron hace carne en los potenciales espectadores.
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Honestamente, éste es el primer filme de la DC de la camada post Nolan que volvería a ver. Ni El Hombre de Acero ni Batman v Superman me han merecido mas que una segunda visión, pero acá la historia está mas lograda y es mas disfrutable. No es que sea un filme perfecto o exento de problemas - el villano de turno es genérico, la edición tiene momentos que dejan que desear, hay un par de batallas que están filmadas de manera aburrida -, pero tiene otro tono mucho mas descontracturado. Tampoco es pura joda: Ayer le escribe un perfil para unos cuantos de los personajes principales (lamentablemente, no a todos) y la mayoría es triste y emocional. No triste en un sentido Snyderiano (rebosante de épica, estoicismo y drama existencial barato), sino porque apela a lo humano. (alerta spoilers) Diablo - un metahumano con el poder de generar fuego - es un tipo que, en un ataque de ira, achicharró a su esposa y sus dos hijos; Deadshot es un tipo divorciado debido a su profesión de asesino a sueldo, y su corazón está destrozado debido a que su esposa no le deja ver a su hija; Harley Quinn era una sicóloga brillante que terminó enamorada de un demente como el Joker, y ahora es capaz de hacer cualquier cosa con tal de estar con él; Rick Flag es un militar prominente que está enamorado de una bella víctima de una maldición ancestral, y la cual puede transformarse en un monstruo de un momento a otro. Si uno ve esas historias y ve a la HDP de Amanda Waller (una Viola Davis rebosante de ponzoña, capaz de asesinar a todos sus asistentes con tal de sellar cualquier tipo de fuga de información), termina dando vuelta la tortilla y pensando que quizás estos loquitos no sean tan malos y que los verdaderos monstruos sean los que están en el gobierno (fin spoilers).
El grueso del filme se dedica a narrar las historias de fondo de un puñado de personajes. Will Smith es muy emotivo, Margot Robbie (como siempre) vuelve a robarse todas las escenas en las que participa, Viola Davis es mala como la peste, y Jay Hernandez es un Diablo perseguido por sus propios demonios. La macana es que el resto de los personajes están de relleno o no están desarrollados como corresponde. Killer Croc tiene un par de lineas interesantes, Joel Kinnaman es correcto, hay un villano invitado que dura menos de 10 segundos en pantalla, Katana es un adorno, Jai Courtney hace ridiculeces con unicornios rosados y Jared Leto.... Lo suyo no es malo, pero es tan génerico que no deja impresión duradera. El Joker de Leto no difiere mucho de un gangsta moreno con dientes de metal y un mal día en la peluquería. Quizás sea el libreto que no le da espacio a lucirse - lo suyo es un cameo extendido ya que no es el villano principal como te venden los trailers -, o será que no es el indicado. Desde Cesar Romero hasta Mark Hamill han hecho cosas inolvidables con el Guasón (a su manera) (y sin contar a los mas grandes como son Heath Ledger y Jack Nicholson), pero lo de Leto es neutro. Ni siquiera tiene una risa diabólica. No es que la sombra de Ledger pese y lo aplaste, pero visto con la mayor inocencia y carente de expectativas, Leto no te deja nada. Es mucho mejor Robbie como versión femenina del Joker que el mismo Leto.
Honestamente, Escuadrón Suicida es lo mejor que ha hecho DC hasta ahora en esta nueva etapa. Aún así, está lejos de ser memorable, prolija y pareja pero al menos entretiene y se saca ese tufo estoico de encima que le puso Snyder a toda la saga. Es un paso en el camino correcto pero, como aventura con pasos de comedia, está lejos de un Ant-Man y, mucho mas lejos, de Deadpool. Yo tengo una teoría para todo esto: los primeros filmes Marvel eran buenos y estaban en manos de distintos estudios. Fueron como tests de campo hasta encontrar la fórmula perfecta que seduciera al gran público (¿cuánto tiempo pasó desde Blade hasta Iron Man y el inicio del universo cinemático Marvel?). Para ello la Marvel debió fundar su propia factoría artística, reclutando a talentosos, fanáticos y autores de comics y dándoles libertad de acción con tal de ser respetuosos con los personajes que adaptaban (¿si no, qué pasó con James Gunn y Guardianes de la Galaxia? ¿Acaso era Orson Welles o le exigieron a rajatabla un respeto impoluto por la historia original?). A partir de entonces generaron películas fantásticas, pochocleras (no profundas como las de Nolan o Burton), obtuvieron grandes críticas y recaudaron millones. Pero en contra de semejante postura (diría a lo Apple, en donde la creatividad prima sobre todas las cosas), vino la Warner con un concepto estructurado (a lo IBM), en donde ejecutivos de traje iban a decidir cómo rodar filmes de superhéroes. La Warner / DC va a tener que meter la pata muchas veces hasta encontrar el camino correcto (la presidencia de Geoff Johns en DC Films es un inicio) y generar filmes tan efectivos como Marvel. Películas que no sólo entretengan sino que dejen su marca en el género y obtengan grandes críticas. En el pasado lo lograron con Richard Donner, Tim Burton y Christopher Nolan, pero porque les dejaron materializar su visión. Ahora deben darles la misma libertad creativa a los directores de turno, ya que un ejecutivo no puede crear una obra maestra desde un escritorio. Por el momento (y hasta que ese gran filme DC llegue) nos conformaremos con Suicide Squad, la cual recaudará millones y es disfrutable en sus propios términos pero está a años luz de ser una película prolija y, mucho menos, una que revolucione el género.